Un año, cinco meses y misma imagen: el Barça femenino recogió sus propias medallas

El 22 de enero del año pasado, el Barcelona ganó la final de la Supercopa de España contra la Real Sociedad. La polémica colmó las redes sociales y la prensa al poco del término del partido porque las jugadoras vencedoras tuvieron que acercarse ellas mismas a un arcón para recoger las medallas que reconocían su victoria. La RFEF reaccionó, a lo largo de los meses y en consonancia con más líos como el 'caso Rubiales', para invitar a participar en una serie de cambios estructurales que se presentaban ineludibles.

"La propia Federación es consciente de la necesidad de realizar cambios estructurales, como ya ha anunciado el presidente de la comisión gestora, Pedro Rocha, y ha comenzado a materializar en las últimas fechas", presentaba el escrito publicado entonces por la Federación, que, actualmente, tiene en suspenso el mandato de Pedro Rocha en favor de un tutelaje comandado por el exseleccionador Vicente del Bosque a propuesta del Consejo Superior de Deportes.

Este sábado por la tarde, las azulgranas se alzaron con la Copa de la Reina frente a las mismas rivales que en 2023 y el desaguisado de hacía 17 meses se repitió. El enviado especial de 'Mundo Deportivo' Ángel Pérez inmortalizó cómo las integrantes de la plantilla de Jonatan Giráldez recibían sus distinciones de un par de bolsas. Lejos de tomárselo con enfado, armaron su propio pasillo para condecorarse mutuamente.

Por parte de la RFEF, Pedro Rocha no podía comparecer, pero tampoco lo hizo Vicente del Bosque por la del CSD. Todo apuntaba, no por anuncio oficial, sino por lógica, a que quizá, como la reina Leitiza estaba de vuelta al palco de la final tras cinco años de ausencia, quizá se iba a recurrir a ella a modo de imagen de unión para hacer la entrega de las medallas. Nada más lejos de la realidad: un trato muy dispar hacia el fútbol femenino vuelve a resultar evidente.

 

May 18, 2024

 Se mantienen las explicaciones de otrora: mismo protocolo para la Copa del Rey

Como en la ocasión pasada, la RFEF defiende que el protocolo que se ha seguido es el mismo de la Copa del Rey masculina, algo a lo que se han resignado las jugadoras preguntadas por ello. También se reparó el formato de entrega de preseas para la Supercopa, que, este año, sí que ha sido igual para el masculino y el femenino.