Son las 4 de la tarde en España. La misma que en Suecia. A esta hora, hemos quedado con Martí Cifuentes (San Cugat del Vallés, 7 de julio de 1982). Para ser exactos, hemos videoquedado. Nosotros, desde nuestra sede de BeSoccer en Málaga y él, desde su cuarte general en el barrio de Hammarby, en Estocolmo. Bastó un rápido contacto en Twitter para que nos atendiera con todas las facilidades posibles el entrenador que ha conquistado Escandinavia. Con puntualidad sueca en este caso, aparece en nuestra pantalla, con algunas pizarras tácticas a su espalda, este barcelonés de 41 años que luce canas 'a lo Toulalan'. Desde el primer momento, se abre para hablarnos exclusivamente de fútbol, algo que agradecen y seguro que extrañan los entrenadores. Nos cuenta cómo le va en el Hammarby, equipo del que tiene acciones Zlatan Ibrahimovic y al que, sin ser uno de los clásicos ganadores del país, clasificó para la Conference League y en cuya fase previa debuta este jueves. Además de en Suecia, estuvo en Noruega y Dinamarca, lugares en los que dejó huella a pesar de su gusto por una propuesta futbolística que, seguramente, choque con el estilo clásico de las ligas nórdicas.
P. En estas fechas, como se refleja en la App de BeSoccer, la Liga Sueca está más visible que nunca, con las grandes ligas aún sin empezar y solo con el Mundial Femenino como gran torneo de selecciones. ¿Se nota un mayor interés por el fútbol nórdico en épocas como esta?
R. Estando yo aquí en Suecia, se me hace más difícil poder valorarlo. Sí es verdad que, en general, ha crecido el interés por las ligas escandinavas. Y quizás más por la sueca por la atención que hay a nivel de público, con muchos estadios que se llenan, muchos clubes históricos... Yo creo que el interés ha crecido. No sé si también ayuda el hecho de que haya jugadores 'top': Aleksander Isak en Suecia, Haaland en Noruega... Pero mi experiencia es que creo que cada vez hay más seguimiento. Y nosotros lo notamos no solamente a nivel mediático, sino también a nivel de la cantidad de 'scoutings' y ojeadores de ligas 'top' y clubes 'top' que vienen a ver nuestros partidos.
P. Conoces a la perfección el fútbol de esta zona, ya que has pasado por Noruega, Dinamarca y, ahora, Suecia. ¿Qué tiene para que te haya enganchado de esta manera?
R. He hecho un poco la 'tournée'. Vine a Suecia en 2017 y estuve 1 año y medio. Luego, casi 3 en Noruega, 1 año en Dinamarca y, ahora, de vuelta a Suecia. Yo estaba en Segunda B. (Era) un entrenador como tantos. Empecé bastante joven y tuve la suerte de poder entrenar en una categoría muy bonita como la Segunda B, muy competitiva, con solo 32-33 años. Entonces, llegó un momento en el que creí que podría ser interesante salir al extranjero para crecer como entrenador, para ver otros tipos de fútbol, para mejorar también yo a nivel personal... Se me dieron algunas situaciones para ir a mercados un poco más exóticos, a Asia y a diferentes sitios. Pero yo buscaba primero el fútbol europeo, que para mí en ese momento era prioridad. Y luego, ir a algún tipo de competición que estuviera bien organizada, donde, además, el tema del idioma... Para mí, el inglés era importante. Y todo eso se dio cuando me llamaron para ir a Suecia. Además, era un club muy grande como el AIK, uno de los grandes de Escandinavia. Me gustó mucho. No solo el fútbol, que era algo diferente a lo que había vivido en España, sino también fuera del fútbol. Son países en los que la calidad de vida es muy buena, los proyectos son serios, los clubes son serios, quieren crecer y, en ese sentido, se dieron las circunstancias para ir primero a Noruega. Escandinavia en general está bastante conectada. Es frecuente que entrenadores están en Dinamarca, Suecia o Noruega vayan de un país a otro. Lo que sí es más especial es el hecho de que sea alguien, como yo, de Barcelona o del sur de Europa. Creo que ha habido poquitos entrenadores del sur de Europa en la historia en Escandinavia.
P. ¿Hubo algo especialmente fácil o difícil en tu adaptación a estos países? El clima, la cultura...
R. A nivel personal, me adapté bastante bien. Es verdad que el clima entiendo que puede ser un hándicap para mucha gente, más que por el frío, sobre todo por las horas de sol. En invierno, aquí amanece a las 9 o 9.30 de la mañana y a las 2 de la tarde ya se marchó el sol. Sobre todo para nosotros, viniendo de España, es un cambio bastante grande. Pero también es verdad que la Liga Sueca termina a mediados de noviembre y cogemos vacaciones prácticamente todo el mes de diciembre. Volvemos en pretemporada en enero, pero normalmente nos vamos a algún sitio, ya sea España, Turquía... Es verdad que, en invierno, aquí suele hacer frío. Por ejemplo, en Estocolmo, hasta el mes de abril o mayo puede nevar. Son inviernos bastante largos, pero se llevan mejor por el ritmo de competición. Los meses más duros los pasas fuera. Quizás el clima sea una parte difícil de la adaptación.
P. ¿Y el idioma?
R. Aquí todos hablan muy bien el inglés. Yo aprendí algo de noruego y más o menos me manejo en sueco. Pero sí que es verdad que también ayuda que todos hablen más o menos bien el inglés.
P. Entremos en materia. Si mis datos no me fallan, has pasado por varios esquemas de cabecera: 3-5-2, 4-3-3, 4-4-2, 4-2-3-1... El fútbol sueco tiene una cultura muy marcada, quizás con mucha influencia inglesa, pero tú no propones eso, sino todo lo contrario. ¿Cómo se impone esa idea en jugadores que han crecido con una manera de entender el fútbol y tener éxito además contra el estilo clásico de este fútbol?
R. Sí que es verdad que era algo contracultural. Cuando yo llegué en 2017 a Suecia, entendí que, como bien dices, sobre todo Suecia tiene una influencia muy marcada por el fútbol inglés. En los años 70, vinieron aquí Roy Hodgson [pasó por Halmstads, Oddevold, Örebro y Malmö], que aún está entrenando, ahora en el Crystal Palace, y Bobby Houghton [ex Malmö] y revolucionaron totalmente el fútbol sueco porque adaptaron la defensa en zona, el 4-4-2, un juego muy directo... El típico fútbol inglés que entendíamos todos de toda la vida. Todo eso estaba muy marcado en Suecia e incluso la Selección sigue un poco ese patrón. Pero yo, al llegar en 2017, entendí que ya había una serie de entrenadores jóvenes que están intentando traer ideas un poquito diferentes de ese tipo de fútbol. Luego, cuando me marché a Noruega, había una influencia muy grande el ex entrenador del Rosenborg Nils Eggen con un 4-3-3 de muchas transiciones y un fútbol muy de contraataque. Les fue muy bien, creo que ganaron 10-11 ligas seguidas. Y eso sigue muy implantado en el país. Yo vengo de Barcelona, estuve también en Holanda intentando aprender el fútbol holandés. Lo que en España llamamos el fútbol de posición, a mí me gusta y me atrae mucho. El esquema, para mí, no es tan importante. Me intento adaptar a los jugadores que tengo y cambiamos mucho. Podemos defender en 4-4-2, pero luego atacar con solo 3 atrás, con líneas de 5 arriba... Entiendo que, en el juego, hay que entender también cómo está organizado el rival, dónde están los espacios para atacar... Pero la base sí que es intetar jugar un fútbol ofensivo, tener la pelota, atacar continuamente y recuperar la pelota rápido. La acogida que he tenido de los jugadores siempre ha sido buena. Le ha gustado la idea. Has utilizado la palabra "imponer", y lo entiendo. Pero, para mí, es todo lo contrario.
P. Sí, más bien llegar a una especie de acuerdo
Exacto. Para mí, la fuerza que podemos tener los entrenadores es convencer al jugador en base a ayudarles a mejorar y a que te compren esa idea que tú entiendes que les va ayudar no solo a ganar partidos, sino también a mejorar como jugadores. En ese sentido, el futbolista escandinavo es superabierto, entendiendo que muchos conceptos son muy nuevos para ellos, con la dificultad que ello conlleva. Pero yo he tenido la suerte de entrenar incluso a jugadores de 34-35 años que se enamoraron de esa forma de jugar. Y ahora están entrenando después de dejar de jugar y les gusta esa manera de entender el juego. Para mí, es un proceso bonito, pero también adaptándote. No es exactamente el mismo juego que hacía en España como el que tengo ahora, porque te tienes que adaptar a las virtudes los jugadores y al tipo de fútbol que hay en cada liga.
Una temporada histórica y el premio de la Conference
P. Hablemos ahora más en concreto del Hammarby. 3ª posición la pasada temporada y mejor media de puntos de su carrera. ¿Qué tiene el Hammarby o qué tienes tú en el Hammarby para que hayan llegado tantos éxitos y su mejor momento como entrenador?
R. Fue una temporada histórica. Seguramente, una de las mejores de la historia del Hammarby, que es un club muy grande en Escandinavia y un club también especial: a pesar de ser el que más espectadores lleva a los estadios en Escandinavia, con casi 30.000 personas en cada partido, no tiene historia ganadora. Solo ha ganado 1 Liga y 1 Copa en toda su historia. Nosotros hicimos una de las mejores temporadas seguro de los 100 años de historia del club. Cuadró todo desde el principio. Yo siempre digo lo mismo. Estaba muy bien en Dinamarca, en un club grande como el Aalborg. Entendemos la Liga Danesa como la más fuerte de las escandinavas, pero el Hammarby tenía un proyecto que me atraía mucho. Es un club que quiere jugar un fútbol ofensivo y que está creciendo mucho y muy rápido. Me llamó mucho la atención de intentar venir a un club como este para intentar no solo jugar en Europa cada año, sino hacer un tipo de fútbol con el que me siento muy identificado por el tipo de plantilla que había, por la dirección que el club quiere tomar... Fue todo muy bien, fuimos el 2º equipo más goleador y el 2º que menos encajó y ganamos muchos puntos en casa y fuera... Llegamos a la final de Copa y, desgraciadamente, la perdimos en penaltis en una final en la que creo que estuvimos muy bien durante el partido. Fue una pena no poder ganarla. Pero fue un año redondo.
P. Este año, el equipo ha empezado un poco más alejado de esa cima que, como comentas, es algo menos habitual en el club.
R. Sí. Como te decía, no ha sido un club que haya conseguido estar entre los 3 primeros o para luchar por la liga como estuvimos el año pasado. Uno de los retos que hay en Escandinavia, no solo para el Hammarby, sino para todos los clubes grandes como Rosenborg o Malmö, que también tienen el mismo problema, es que, cuando haces una temporada muy buena, los jugadores tienen ofertas de ligas superiores y que manejan más dinero. E incluso los clubes normalmente tienen la necesidad de vender para cuadrar cuentas y seguir creciendo. Y nosotros no fuimos una excepción. El cambio fue muy drástico, ya que perdimos a 7 titulares, algo muy poco habitual. Se juntaron varias circunstancias en jugadores que terminaban contrato o que fueron imposibles de retener. Entonces, teníamos 2 opciones: o intentar fichar jugadores que nos dieran un rendimiento inmediato, sabiendo que había que hacer una inversión muy grande y que, además, no nos garantizaba el éxito a largo plazo, o, en este caso, optar por la vía que elegimos de promocionar jugadores que tenemos. El Hammarby está trabajando muy bien a nivel de fútbol base y de academia, tenemos un filial con muchos internacionales Sub 17, Sub 19, y Sub 21... Decidimos apostar por ese perfil. Solo firmamos jugadores muy jóvenes. Somos el 2º equipo más joven de toda la liga y el otro, el más joven, está en descenso. No es fácil luchar así por los puestos de arriba. Si es verdad que no estamos 100% satisfechos con la situación actual en la clasificación, pero el equipo está creciendo y mejorando semana a semana. Tenemos la sensación de que, seguramente, vamos a terminar más arriba al final de temporada para sentar la base de los próximos años, porque viene una hornada de jugadores de mucho nivel.
P. En la Liga Sueca, hay clásicos como Malmö y AIK o equipos como el Djurgarden, Kalmar o Häcken que están a muy buen nivel últimamente, pero no se traduce eso en Europa. El Malmö fue último con 0 puntos en su grupo en la pasada Europa League y el AIK cayó en la previa de la Conference. Solo el Djurgarden, que se salió en este torneo, rindió bien. Al hilo de vuestro debut de este jueves en Conference League ante el Twente, ¿qué le falta al fútbol sueco para estar a la altura en Europa?
R. Es algo que estamos discutiendo mucho tanto a nivel interno como incluso con otros clubes y jugadores. Incluso la Federación me ha llegado a pedir opinión. El Rosenborg años atrás o ahora el Bodo/Glimt en Noruega o el Copenhague en Dinamarca, más habitual por su prestigio y sus recursos, lo han hecho bien en Europa. También el Midtjylland en los últimos años. Es una pregunta que nosotros, en el fútbol sueco, nos hacemos. Es una mezcla. Por ejemplo, la falta de continuidad. Es difícil para los clubes suecos, simplemente por un tema financiero, retener a los mejores jugadores. Normalmente, estos se van en verano, que es cuando las competiciones europeas y las ligas europeas arrancan. En un momento en el que deberíamos tener continuidad, es todo lo contrario. Hay cambios a nivel de plantilla y nos coge en las primeras rondas de Europa. Y luego, quizás, también tenga que ver un poco la mentalidad. El futbolista sueco, a nivel competitivo, aún puede dar un paso adelante. Hay jugadores de mucho talento y que, a edad temprana, se van a España, Italia o Inglaterra. Hay muchos Sub 16, Sub 18, Sub 19 que juegan en canteras de equipos top europeos, pero que igual les cuesta hacerse un hueco en los primeros equipos. Es un poco un tema cultural y un poco de adaptación. No es fácil el tipo de competición y de competitividad que hay en Europa para la mentalidad sueca. Y es algo que estamos trabajando también nosotros, el cómo podemos ser más competitivos con equipos de ligas que no son mejores que la nuestra, como por ejemplo la Liga Polaca o la Liga Chipriota. Sin ser mejores que la Liga Sueca, a veces hay clubes que consiguen avanzar más en Europa que normalmente los suecos.
P. Al margen del condicionante de las bajas en verano, algo clave, ¿hay ventaja por llegar con ritmo de competición a estas eliminatorias o beneficia el descanso a los equipos que aún no han comenzado sus ligas?
R. Quiero pensar que es una ventaja. Es de las pocas que tenemos. Por poner un ejemplo, nosotros vamos a enfrentarnos ahora al Twente. Es un club que maneja un presupuesto muchísimo más grande que el nuestro y con una plantilla de jugadores de mucho nivel. Está claro que no somos los favoritos en la eliminatoria. Vamos con mucha ambición e ilusión y queremos demostrar que podemos competir a este nivel, pero está claro que una de las pequeñas ventajas que podamos tener es que el Twente está ahora mismo en pretemporada, ha cambiado de entrenador y han tenido cambios en la plantilla y que, aunque ha habido continuidad, quizás aún están en una fase de no pleno rendimiento. Y eso nos da una pequeña opción. Si esta eliminatoria se diera en 3 meses, con el Twente rodado en liga, sería mucho más difícil para nosotros. Es una pequeña ventaja añadida, pero tenemos que luchar contra todo lo demás. Hemos hecho muchos cambios durante este año. Y en verano es cuando se van algunos jugadores. Nosotros mismos estamos teniendo ofertas por nuestros mejores jugadores y no es fácil, pero intentamos retenerlos para llegar lejos en Europa, que es uno de los objetivos que tenemos.
P. ¿Qué significa esta competición para ligas como la sueca? ¿Interesa como escaparate o estorba en lo deportivo y en lo económico?
R. Sin lugar a dudas, es positivo. Es cierto que la carga de partidos y el desgaste que produce jugar 2 competiciones al mismo tiempo están ahí, pero a nivel financiero, el pasar rondas es un aliciente muy grande para el tamaño de los equipos escandinavos. Y yo pienso que, desde un punto de vista competitivo, no tiene más que ventajas para nosotros. El hecho de poder enfrentarnos a equipos que suelen jugar a un nivel más alto que el nuestro nos da un punto de conocer el fútbol internacional y competir contra muy buenos rivales, y eso luego nos ayuda en la Liga Sueca. Solo le veo puntos positivos. Incluso al hecho de tener que jugar 2 partidos por semana. Si las lesiones te respetan y manejas una buena dinámica de grupo, solo es positivo. Hace que haya más oportunidades para que todos sumen más minutos. Para nosotros, con un equipo tan joven, es una oportunidad buenísima para enfrentarnos a otros tipos de fútbol y no solo al típico fútbol escandinavo. Para mí, son todo virtudes.
P. Ahora, ha llegado a la plantilla Marc Llinares, jugador español. ¿Has tenido que ver directamente en su fichaje?
R. Desde que estoy en Escandinavia, después de tantos años en España, tengo una buena red de contactos y me gusta mucho ver el fútbol español. En el caso de Marc, es un chico al que conozco desde que era muy joven. Se dio la posibilidad aquí, que estábamos buscando un lateral izquierdo con un perfil ofensivo, con buen manejo de balón, que sepa defender alto y que tenga un buen 1 contra 1 defensivo. Y él tiene esas virtudes. Se dio una situación con su club, el Albacete, en la que podíamos entrar nosotros en juego, pero, al final, no son fichajes de Martí Cifuentes, son del Hammarby. Trabajamos en grupo con la secretaría técnica, conocen a los jugadores y estamos todos de acuerdo, sea el jugador de donde sea. ¿Qué puede ser un punto extra para el jugador que el entrenador sea español para su adaptación? Sin ninguna duda. Esperemos que nos ayude mucho. Tiene 23 años e incluso aún puede mejorar el nivel que está mostrando y llegar a su máximo nivel en los próximos años.
P. Hablando de España, me pregunto si, después de sus éxitos en estos países, no le han llegado ofertas interesantes del fútbol español o si considera que aún no es el momento de volver y cerrar este círculo escandinavo.
R. Personalmente, estoy muy contento de cómo están yendo las cosas en Escandinavia. Para mí, era también una prueba a nivel personal el ser capaz de trabajar con diferentes objetivos, presupuestos y perfiles de club, porque el Sandefjord no tiene nada que ver con el Aalborg ni Aalborg con el Hammarby. Estoy satisfecho, hasta el día de hoy, del rendimiento que le hemos podido sacar a los equipos y de los resultados que hemos conseguido en 3 países y ligas diferentes. Sí es verdad que han llegado ofertas de, sobre todo, de alrededor de Europa más que de España. De España ha habido algún interés. Evidentemente, uno sueña siempre con poder volver a España y poder entrenar en LaLiga, pero, para mí, la prioridad es estar en proyectos donde realmente apuesten y haya continuidad. Estoy seguro de que llegará el momento de llegar a España en el proyecto adecuado y con la gente adecuada. De momento, tengo 1 año y medio más de contrato en el Hammarby. Han llegado ofertas, pero el club no ha querido escucharlas y yo tampoco he querido salir. Me están tratando muy bien y la gente me quiere mucho. ya fue muy difícil para mí salir de Aalborg después de solo 1 temporada. A pesar del mal inicio, la gente me acabó queriendo mucho, pero el Hammarby presentó una buena oferta al club. Pagó un traspaso muy alto para un entrenador [300.000 euros] y veremos qué ocurre en el futuro. De momento, estoy centrado en intentar hacer un buen trabajo para el Hammarby y el tiempo dirá, pero claro que me gustaría volver algún día a España.
P. Hace poco, el 'Monito' Vargas criticó el ritmo y el estilo de juego del fútbol español y, sobre todo, a los entrenadores. ¿Se ha convertido LaLiga en un tostón con más tintes ajedrecísticos que futbolísticos?
R. Cada uno está en disposición de tener una opinión. Él tendrá sus motivos. Desde fuera, entiendo que Vargas es de 'potrero' argentino y que necesite esa libertad y ese 1 contra 1. Yo sí que creo que, en general, el nivel de los entrenadores en el fútbol español es altísimo. El nivel de preparación en los entrenamientos y de los planes de partido es muy muy alto. Me sigue encantando ver el fútbol español y aprendo de los entrenadores. Y no solo en Primera, también hay entrenadores buenísimos en Segunda y en Primera Federación. También me gusta el fútbol inglés, el italiano, estoy disfrutando aquí en Suecia... Respetando su opinión, yo sí creo que el entrenador español está muy preparado.
P. Para terminar, un sueño de Martí Cifuentes a medio plazo y otro a largo plazo.
R. El primer sueño es intentar hacer un buen partido en Holanda y pasar ronda en competición europea, que sería una gesta si lo consiguiéramos. Me motiva el poder jugar en Europa y pasar rondas. Y a largo plazo, aspiro a ser feliz con lo que hago. Me encanta mi profesión y me encanta donde estoy. Algún día, me gustaría tener la oportunidad de probarme en una de las 5 grandes ligas y saber si tengo el nivel y la capacidad para entrenar allí, pero tampoco me quita el sueño. Lo importante es disfrutar del trayecto y lo estoy haciendo, así que el futuro dirá.