"Cómo se termina yendo de un club la gente importante que ha pasado, habla de la madurez emocional de ese club. Cuando un club está en estado licuadora, todos se van pelados, y eso habla de un club sin estabilidad", afirmó el argentino en una entrevista para el diario 'La Nación'.
En este sentido, Diego Pablo Simeone quiso enfatizar en su discurso y recordó las salidas de las leyendas rojiblancas: "Del Atlético se va Diego Godín y se le hace un homenaje, lo mismo con Fernando Torres. Eso habla de un club fuerte, que está creciendo. Y va más allá de que el club esté o no de acuerdo con la persona que se está yendo".
Asimismo, el Cholo no incluye en el club de las leyendas a Griezmann: "No lo hago porque no estuvo el mismo tiempo que los demás. Lo suyo fue significativo desde lo deportivo. Los otros, de otra manera, han marcado a fuego el corazón de los hinchas del Atlético".
"Los números de Antoine son tremendos: en cinco años se metió entre los cinco máximos goleadores de la historia del club. Cuando me vino a hablar de su salida, yo ya lo intuía. Creo que buscó el momento más adecuado en su búsqueda de seguir mejorando; es joven, tiene talento, es un chico extraordinario al que quiero mucho", agregó.
Además, Simeone dejó ver cierta resignación en la salida del francés: "La mejor manera de mantener este afecto es desde el respeto. Entiendo que los otros también tienen necesidades. Mientras los otros tengan necesidades que no alteren las mías, va genial. Si el que se queda altera las mías, quizá ya no terminamos como amigos".
Entretanto, el técnico argentino desgranó con ilusión el nuevo reto: "Debemos ser realistas. Será un momento de renovación, se fueron líderes importantísimos dentro del equipo, y digo del equipo y no del plantel, es decir, tipos que jugaban todos los domingos. Vamos a tener que reinventarnos, y para reinventarnos vamos a tener que pensar solamente en el día a día".
"Hoy tenemos un cambio generacional importante en el Atlético de Madrid y hemos ido preparando a los Giménez, a los Saúl, a los Koke, a los Thomas, a todos esos chicos que fueron construyendo con nosotros el imprescindible recambio generacional. Ya no se trata solo de acompañar, sino que les tocará conducir", añadió.
Bajo esta nueva realidad, Simeone se quita el cartel de club pequeño: "Ya no somos el equipo del pueblo. Hoy tenemos un estadio extraordinario, el año próximo vamos a inaugurar una ciudad deportiva a la altura de lo que el club se merece. Recién ahora el club está paralelo al crecimiento del equipo. El crecimiento del equipo fue demasiado rápido y el club no lo podía acompañar"
"Ahora, con una gestión muy buena, hay un estadio, grandes instalaciones, podemos comprar a los Lemar, a los João Félix. Aspiramos a construir jugadores desde los 21 y 22 años, desde Giménez y Koke, para que años después sean los Griezmann y los Oblak, afimó.
El Cholo aprovechó para destacar el crecimiento de los futbolistas en el Atlético de Madrid: "Cuando llegó Jan Oblak no era éste, no era el mejor arquero del mundo. Cuando llegó Griezmann, no era delantero, era un carrilero por izquierda, y cuando lo ponía de punta me decían: 'Sácalo, que este chico vino para jugar por afuera".
"Cómo va a jugar por afuera', les decía, si es chiquito, rapidito, tira buenas diagonales, cabecea, tiene tiro de media distancia, rompe líneas. ¡Cómo va a jugar por el costado!", concluyó henchido de orgullo.