Debut soñado para el Elche de Fran Escribá, que no ha podido empezar con mejor pie su segunda etapa en el conjunto ilicitano. Tras la marcha de Almirón, esta fecha estaba marcada en el calendario por la importancia del partido. Y el Eibar no respondió.
Cuatro meses después, nueva victoria para los ilicitanos en Liga. Desde aquel 2-1 ante el Valencia en el mismo sitio que este sábado, el Elche no sumaba de tres en tres, lo que le había metido en puestos de descenso y prácticamente desahuciado con Almirón.
Y eso que arrancó mejor el Eibar, con su habitual 4-4-2, Bryan Gil en la izquierda y, esta vez, la novedad de Pedro León en la derecha. El equipo 'armero' supo manejar el timón del partido en la primera parte, pero le faltó transformar su posesión en peligro de gol.
Tras una primera media hora la mar de aburrida, sin ninguna oportunidad verdaderamente clara y con más nervios por el descenso que otra cosa, el Elche sacó a relucir su versión más práctica para aprovechar un saque de esquina y marcar gracias al testarazo monumental de Dani Calvo.
Reaccionó al momento el Eibar, que pidió un penalti por un manotazo sobre Bigas. Al descanso, máxima igualdad y un 1-0 que no refrendaba lo visto sobre el Martínez Valero, pero que dio una confianza fantástica al Elche para afrontar una vital segunda parte.
Porque la versión del Elche fue muy positiva. No dejó jugar al Eibar con una buena presión arriba, sin dejarle respirar y con las ideas claras para buscar el segundo tanto. Lo que otro día hubiera sido encerrarse y ceder el protagonismo, esta vez no fue así... y ahí erradicó la clave para mantener el 1-0.
De hecho, las mejores oportunidades fueron para el Elche, en los pies del recién entrado Josan y Raúl Guti. Los cambios dieron solidez al equipo franjiverde y, aunque es cierto que el Eibar apretó en busca del empate, los de Escribá nunca le perdieron la cara al partido. Eso sí, las pérdidas de tiempo fueron continuas.
No fue sin embargo el día del Eibar, ni para su mayor exponente ofensivo, Bryan Gil, que se desquició con el árbitro y por las imprecisiones arriba. Solo Bigas rozó el empate con un cabezazo en el área pequeña, al igual que Muto con un remate algo escorado. Poco más en plena final, que cayó del lado de Escribá en su reestreno en el Martínez Valero para ponerse a tiro de la permanencia.