Todas las miradas estaban puestas en lo que hiciera el Real Madrid en su estreno porque la revolución ha dejado mucho que decir y las lesiones todavía más. Hay seis jugadores en la enfemería y entre ellos está la gran estrella, Eden Hazard.
Pero el Madrid salió a flote, recuperando ese afán por dominar y esa capacidad ofensiva que tanto brilló con Zinedine Zidane en el banquillo, aunque sin Cristiano Ronaldo claro está. Porque ganar lejos del Bernabéu ya vuelve a ser una realidad.
El conjunto blanco no ganaba a domicilio desde el 10 de marzo de 2019, por lo que han tenido que pasar cinco meses para que la afición pudiera disfrutar lejos del Santiago Bernabéu, casa en la que se agarró el equipo para acabar un tramo de Liga complicado.
De hecho, fue ante el Valladolid en Zorrilla cuando el Real Madrid ganó por 1-4 con los goles de Modric, Casemiro, Varane y Benzema, además de que era un tiempo que ya se le estaba acabando a Santiago Solari.
Zidane no logró ganar fuera cuando se sentó de nuevo en el banquillo y en el inicio de la 19-20 ya lo ha conseguido ante el Celta, de modo que el Madrid vuelve a ser ese animal que acostumbró a hincar el diente fuera de su territorio, y ahora debe seguir la misma dinámica.