Querer no siempre es poder. Eso es una máxima cada vez más frecuente en el mundo del fútbol. Atlético Nacional se desfondó en su visita a Bucaramanga, pero no consiguió traerse los tres puntos de vuelta.
Los primeros compases del choque no fueron precisamente los más animados de este deporte. Los dos conjuntos no quisieron arriesgar y tuvieron mucho respeto el uno para el otro.
No fue hasta superado el ecuador de la primera mitad cuando comenzaron a llegar las ocasiones de peligro. Sin embargo, la fortuna le sonrió a los de Autuori al filo del descanso.
Internada por la izquierda de Brahian Palacios, que sobrepasó a su defensor y este le derribó con una entrada a la altura de la rodilla. Tomás Ángel no perdonó y colocó el 0-1 en el marcador.
No obstante, si los primeros 45 minutos habían acabado bien para el 'Verdolaga', el comienzo de la segunda mitad bendijo a Atlético Bucaramanga. Contragolpe letal del conjunto local llevado por el recién entrado Teo Gutiérrez. El extremo metió un balón perfecto a la cabeza de Lencina, que no perdonó el empate a uno en el 48'.
A partir de este momento Nacional se puso el mono de trabajo y se lanzó en busca del segundo. Y si hubo un jugador que dio todo de sí para lograr este objetivo, ese fue Brahian Palacios.
El extremo fue un auténtico puñal por su banda e incluso pudo ver puerta. Lamentablemente, para sus propios intereses y los de su equipo, el tanto no subió al marcador por un fuera de juego de un compañero que limitó la visión de Aguirre.
El choque entró en su recta final y Atlético Nacional se desfondó. Sin embargo, el electrónico no se movió más y ambos conjuntos sumaron un punto.