Les voy a contar lo que pasó en La Cartuja en el España-Polonia. Pero voy a hacerlo de dos formas, a gusto del consumidor. Porque en el fútbol, como en la vida, siempre hay dos lecturas de las cosas. Y en esto del balón, especialmente. Una ocasión fallada puede ser criticada por su final o elogiada por su desarrollo. Cosas del resultadismo.
La España negada de cara al gol
España sigue decepcionando. El empate fue un palo, algo con lo que se toparon tanto españoles como polacos en el césped. 'La Roja' llegará a la última jornada sin victorias en su casillero, con un solo gol a favor y con la sensación de que tampoco defensivamente está en su mejor momento. Luis Enrique oyó a parte (gran parte) de la afición y dio entrada a Gerard Moreno. El del Villarreal estuvo a la altura y, de hecho, fue el más peligroso de los suyos. Aunque también se va con el lunar del penalti fallado que todo lo pudo cambiar.
Una selección de la talla de 'la Roja' debe ser siempre determinante en las dos áreas. Lo es Italia, impecable en defensa y con diez victorias seguidas sin encajar. Y con mucha alegría ofensiva. Lo es Francia, pese al pinchazo en Hungría, con una delantera mareante. Portugal y su Cristiano Ronaldo, otro ejemplo. Como Bélgica y su Lukaku. Pero España no termina de convencer en ninguna.
Pero especialmente caro le sale la falta de puntería. Seguramente, Villa y Torres estarían deseosos de dar con un equipo que genere tanto como este equipo. Porque sí, que no nuble la vista el pasado y los títulos. La España mundialista se cimentó en una portería de 10, una defensa de garra y una efectividad importante. Mucha posesión y pocas ocasiones, pero con una media alta de eficacia.
Morata se quitó la 'espinita', aunque ni eso salió redondo. Su gol no lo pudo celebrar como seguramente llevaba pensando estos días. El VAR retrasó esa explosión de alegría que tornó en nueva desesperación con todo lo que no atinó a meter en la segunda mitad.
Atrás, Pau y Laporte suelen sufrir menos de lo que resuelven. Es decir, las pocas veces que le llegan a la Selección, le hacen daño. Es posible que vivir la mayoría del tiempo con el chip de empezar el juego y no con la continuidad y ritmo defensivo de otros equipos pase factura.
Estas pueden ser las razones a la que se acojan los más pesimistas. Quizás realistas, para algunos. Pero también hay rayos de luz.
La España que genera y genera
España sigue decepcionando. Sumar dos puntos en casa ante Suecia y Polonia, por mucho que se quiera dar una segunda visión, estaba fuera de las cuentas de hasta el más pesimista. Pero hay que apartar el resultado para ver otras cosas no menos ciertas.
Sigue siendo el balón cosa casi exclusiva de 'la Roja' en sus partidos. La sensación de peligro fue mayor ante Suecia, pero la generación de ocasiones claras mejoró ante los polacos. España la tuvo menos, pero mejor. Al menos, para los que pedían una posesión más 'útil'.
Si un equipo hace mucho para ganar y pierde, deberá estar tranquilo. Peor sería ganar una vez y no saber ni por qué. Como aquella España mundialista ante Suiza. "Si volviéramos a jugar el partido, haríamos exactamente lo mismo", decían en el famoso 'Informe Robinson' de aquella estrella que hoy luce el combinado nacional.
Eso ocurre con las ocasiones. No parece creíble que todas las noches se vayan los penaltis a los palos, que Morata, el delantero con mejor ratio goleador de la Selección Española desde Villa, desperdicie balones tan jugosos.
Cronología
Como verán, la extensión de una visión es mayor que otra. Ver todas las caras de la moneda no puede alejarnos de una realidad más o menos aceptada. Y esa es que España tiene menos puntos y genera menos ilusión que lo que se esperaba cuando se miraba la Eurocopa en el horizonte.
Ahora, simplemente, repasamos el partido de forma cronológica.
España empezó con algún susto. Polonia ya avisó, en boca de su seleccionador, que quería probar a ver qué hacía su rival si se encontraba con que no sería el único en tener el balón y querer atacar. Y eso intentó, aunque la voluntad se fue diluyendo con el paso de los minutos.
Klich dio el primer susto con un disparo desde la frontal que se marchó desviado tras rozar ligeramente con el larguero. Dani Olmo respondió dos minutos después. Derechazo escorado que atrapó Szczesny. Iba ganando confianza y dominio España con el paso de los minutos, con los focos centrados en el área.
Morata, mirado con lupa, estuvo acompañado de un Gerard Moreno que estuvo muy activo partiendo desde la derecha. Atrás, sufría alguna vez 'la Roja', pero Jordi Alba se empleó a fondo para secar más de una vez a Lewandowski y los suyos con velocidad y sobriedad.
En el minuto 25, llegaría el 1-0. Gerard Moreno se metió hacia dentro para buscar el área con un envío que cazó Morata. De primeras, el delantero acertó. Era su día, el de reivindicarse, y empezaba con el mejor pie posible. Aunque el asistente quiso chafarlo, ya que anuló el gol en primera instancia. Pero el VAR le avisó del error y La Cartuja celebraba, al fin, un tanto de los de Luis Enrique.
Hasta el descanso, el ritmo aumentó. El del Villarreal casi marcó de falta desde la frontal, pero la bola se fue ligeramente desviada. También asustaba Polonia, con contragolpes y salidas rápidas de balón. Y con errores del rival. En uno clamoroso de Alba, llegó la mejor para los de Sousa.
Swiderski soltó un latigazo desde la frontal que se topó con el palo. El rechace le llegaba manso a Lewandowski, pero Unai Simón, enorme, le detuvo el mano a mano. Respiraba España, que tendría la última del primer tiempo antes del descanso. De nuevo apareció Gerard Moreno, que mandó fuera un remate al primer palo tras un pase de Jordi Alba.
La segunda parte comenzó prácticamente con el mazazo del 1-1. Lewandowski se impuso a Laporte, que pidió falta, y mandó su cabezazo al fondo de la red. Volvían las caras largas a La Cartuja. Y los fantasmas, al césped.
Pero la reacción fue la que siempre se le pide a un equipo que encaja un gol. En el ataque siguiente, Gerard Moreno (de nuevo él) provocó un penalti del que avisó el VAR. Orsato fue a verlo y señaló la pena máxima. Aunque la pena máxima fue que esa pelota del '9' se topase con el palo. El rechace no lo supo aprovechar Morata. Más runrrún a la grada.
Morata tuvo otra tras un pase de Gerard que salvó Szczesny con una buena mano. España parecía carburar pese a las circunstancias. Pero Luis Enrique sorprendió a quitar del campo a ese jugador que tanto han leído hasta ahora. Gerard, al banquillo. La calidad de las ocasiones bajó, pero aún tuvo España grandes oportunidades.
Ferran Torres mandó desviado un cabezazo solo en el área. Rodri, desde la frontal, se sacó un zurdazo demasiado centrado que atrapó el meta polaco. Pero la más clara llegó en el 82'. Ferran Torres le paró un balón a Morata con el pecho. El '7' llegó desde atrás y encañonó, pero Szczesny salvó con una gran parada a bocajarro. Ahí se ahogó la esperanza rojigualda.
Morata acabó en el banquillo por un Oyarzabal que poco pudo rascar. El pitido final nos devuelve al inicio de la crónica. Escojan la versión que más les guste, pero hay algo que no admite opinión. El miércoles, España debe ganar a Eslovaquia si quiere que la Eurocopa no acabe antes de tiempo.