El United se ha empeñado en ser el equipo con más oportunidades desaprovechadas. Los de Old Trafford tenían la oportunidad de reengancharse a los puestos europeos... pero el empate empaña la jornada para el equipo.
La falta de puntería se combinó con la fragilidad en defensa. Ni Maguire ni Lindelöf tuvieron su mejor partido. El Aston Villa llegó poco, pero lo hizo con sentido. Jugó su partido y acabó sacando un premio valioso de un escenario siempre complicado.
Los 'red devils' llevaron la voz cantante durante prácticamente todo el encuentro, pero ese dominio de la posesión no se transformó en goles. Sí en ocasiones, fraguadas de nuevo por la poca fortuna de cara a portería.
Mala suerte... o falta de 'killers', como ya evidenció semanas atrás el propio Solskjaer. Un olfato que sí demostró Grealish. En la primera ocasión de los visitantes, el atacante puso la pelota en la escuadra izquierda de la portería de De Gea. 1-0.
De nuevo, los fantasmas del pasado. Con algo de fortuna, el United logró empatar antes del descanso. Rashford remató un centro lateral y, de rebote, Heaton empujó al fondo de las mallas el esférico.
Tras el descanso, el United salió con otra cara. Más enérgico y con un mayor juego entre líneas, Mata ganó peso en el encuentro. Tuvo varias oportunidades el cuadro de Mánchester antes del 2-1 que firmó Lindelöf.
El central sueco, con un buen testarazo, logró el 2-1 tras una falta botada desde la izquierda. Ya estaba hecho lo más difíc... y gol del Aston Villa. Dos minutos después, casi sin apenas poder saborear el triunfo momentáneo, el United volvió a encajar.
Una jugada de estrategia del Aston Villa desembocó en el 2-2 de un Mings que parecía adelantado -no había fuera de juego-. De nuevo, silencio en Old Trafford. Un mazazo del que no consiguió reponerse el cuadro de Solskjaer.
Nuevo pinchazo en Premier y oportunidad desaprovechada para engancharse a los puestos europeos de la Liga Inglesa. Los engranajes siguen sin funcionar.