Iba a ser un golazo. Iba, porque Karius lo impidió. El meta 'red' evitó que el primero del Everton subiera al marcado en el minuto 22 del derbi.
Bolasie cogió un balón en el lado izquierda del área grande, se hizo hueco ante los defensas desplazándose hasta la parte frontal y tiró una gran volea.
El zapatazo del jugador del Everton no entró porque el portero del Liverpool tiró de reflejos y voló para sacar una mano y dejar el luminoso 0-0.
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— Zac (@ZAC_AE) 7 de abril de 2018