Después de perder contra el Atlético de Madrid y el Athletic, el Valencia volvió de la mejor de las maneras al carril de la victoria en la cuarta jornada de Liga. Recibió a un Getafe que todavía no ha ganado en este arranque de temporada y lo convirtió en la víctima de un espectáculo de jolgorio para los suyos y drama para sus rivales.
Los de Gennaro Gattuso, inspiradísimos, se impusieron por 5-1. El marcador, si bien estuvo impulsado por lo mal que entraron los visitantes al partido, hizo justicia a lo que acogió el campo. La superioridad 'che' se erigió en el qué, el cómo, el dónde, el cuándo y el porqué de la cita desde el principio hasta el final.
La actuación colectiva lo explica, pero los destellos individuales lo decoran. El conjunto de Mestalla regaló a sus gradas un día para celebrar con mucho júbilo, pues el planteamiento no solo se supo mejor en el once contra once, sino que rompió de pleno la defensa contraria por un brillo cegador de los grandes protagonistas del día.
Toni Lato, Samuel Lino, Samu Castillejo, Nico González y Hugo Duro se encargaron de los goles. Un capitán de quien se dijo que estuvo negociando con el Getafe en la última semana del mercado se reivindicó ante los suyos, el cedido por el Atlético se gustó, el malagueño es cada vez más importante, el 'culé' se estrenó como 'che' y Duro cumplió aunque empezara desde el banquillo.
Y, para completar esta serie de buenas noticias, cada tanto correspondió a un futbolista distinto, algo que siempre gusta al entrenador porque los suyos se llenan de moral y demuestran de lo que son capaces. Gattuso, intenso como se le caracteriza, estuvo muy activo desde su banda, dando indicaciones constantes, y llegó hasta a propinarle una colleja cariñosa a Castillejo.
El caso es que su personalidad es justamente la que plasmó el Valencia en el campo ante un Getafe inexistente. Los de Quique Sánchez Flores, con su técnico en la grada, emularon al estratega, pues prácticamente no hicieron acto de presencia en el verde. Menos por un par de intentonas -y de una de ellas nació su gol de consolación-, el equipo se dedicó a sufrir.
Genialidades y negligencias
Se puede resumir la lista de goles del Valencia en dos conceptos: genialidades y negligencias. Bien los jugadores de Gattuso se salían sacando a la luz sus mejores aptitudes o bien el Getafe cometía un fallo fatal que significaba otro tanto en contra. Toni Lato arrancó con el espectáculo muy pronto, en el minuto 7.
El capitán, después de recibir la pelota en la banda de Hugo Guillamón, se hizo hueco en el área con un recorte de mucha calidad, y batió a David Soria con un golpeo técnico y ajustado a su escuadra. El guardameta, de hecho, no llegó ni a alzar el vuelo porque su subconsciente le dijo que la pelota iba fuera. Se equivocó.
Samuel Lino firmó el 2-0, una oda al fútbol de lectores de juego. Yunus Musah, desde la frontal, puso una pelota bombeada y fina para superar dos líneas de la zaga madrileña de un movimiento y dejó solo a su compañero. Este, sin complicaciones, optó por un golpeo rápido de volea que se tradujo en la segunda diana.
Samu Castillejo, en la jugada del saque del Getafe, aprovechó que los de Quique echaron la bola a rodar sin moral alguna para robarle la cartera a un David Soria que se la jugó mucho desde atrás y, con poco ángulo, hacer el tercero. Este gol se puede encontrar entre la genialidad y la negligencia, pero el estreno de Nico González como 'che' sí que respondió a un error claro.
En un saque de esquina ya bien entrada la segunda mitad, el cedido por el Barcelona remató de cabeza hacia la posición de Soria, a quien se le escurrió la pelota de las manos para acabar recogiéndola de sus redes. Y, para colmo, tan solo tres minutos después, Hugo Duro explotaba un mano a mano que le regaló Musah con un cuero filtrado dinamitando por completo al Getafe.
Los azulones, que tan solo generaron un par de intentonas en todo el duelo, encontraron el tanto de la consolación en una de ellas. Gastón Álvarez, en el 78', echó picante a unos minutos finales que parecía que iban a ser aburridos con una gran volea para el 5-1 y, por si los aficionados aún querían más contenido para estos compases, tanto Ilaix Moriba -que entró desde el banquillo- como Mauro Arambarri fueron expulsados por sendas dobles amarillas.
Igual que ellos no midieron las entradas por las que les amonestaron, tampoco midió el cuadro de Quique su plan de partido, que acabó en desastre. El Valencia y Mestalla se divirtieron juntos, hicieron un ejercicio de comunión y recabaron moral de sobra para afrontar el resto de la temporada con más ganas que nunca.