A la segunda fue la vencida para Bilbao. Después de que, en la previa de la final ante la Real Sociedad, hubiese incidentes e imágenes reprochables, más aún en tiempos de pandemia del COVID-19.
Aquel sábado 3 de abril, en pleno puente de Semana Santa y con buen tiempo, se vieron aglomeraciones de personas, sobre todo en la zona de la calle Licenciado Poza, que no respetaban las medidas sanitarias contra la pandemia y que derivaron por la tarde en un violento enfrentamiento con la Ertzaintza.
Por aquellos incidentes han sido imputadas diez personas, algunas de ellas menores de edad.
Dos semanas después, la imagen en la ciudad de Bilbao fue bien distinta. También las circunstancias del municipio han cambiado desde entonces y no se vieron aglomeraciones en Pozas.
Bilbao se encuentra cerrada perimetralmente por la incidencia acumulada en la ciudad con el COVID-19. Es por ello que nadie pudo ni entrar ni salir, lo que facilitó el control de las autoridades.
A ello se le une además que se realizó un amplio dispositivo de seguridad para evitar todo incidente que se pudiese haber producido. Afotunadamente, solo se vieron aficionados en las hostelerías.