Estaba hundido, nadie daba un duro por él, pero el Córdoba está más cerca que nunca de la permanencia. En la Jornada 27, tras la derrota ante el Granada, el cuadro califa lo veía todo muy negro.
La distancia con la salvación era de 13 puntos y eso era algo impensable para un equipo que estaba 'muerto'. Sin embargo, el cambio en la propiedad acabó dando el impulso que necesitaba el equipo.
Las cosas cambiaron y eso se notó tanto dentro como fuera del campo. El punto de inflexión llegó ante el Valladolid. El partido se puso cuesta arriba con el gol de Javi Moyano, pero el daño pudo ser mucho peor si Gianniotas no llega a fallar un penalti.
Si lo llega a meter, el Córdoba no estaría donde está ahora. Kieszek adivinó sus intenciones y salvó al conjunto blanquiverde, que acabó ganando el encuentro con goles de Jovanovic y Sergi Guardiola.
Remontada cordobesa
Desde esa jornada, el equipo se puso manos a la obra y empezó a recortar puntos. Ganó al Alcorcón (1-2), Lugo (1-0) y Nàstic (0-2). Tras tres victorias consecutivas, el Numancia frenó en seco al cuadro califa (2-1), pero la ilusión seguía intacta.
Sus rivales fallaban y todo estaba aún más cerca. Así, llegó la final contra el Lorca y la ganaron (1-0). En la jornada anterior, el Córdoba visitó El Sadar y llegó a ponerse por delante, pero al final los navarros empataron la contienda.
Ahora, el siguiente rival es el Sevilla Atlético. El cuadro blanquiverde ocupa la antepenúltima posición con 36 puntos, tres por debajo de la zona de salvación que marca la Cultural.
Si el Córdoba, que llega con bajas importantes a la cita, gana por una diferencia de dos goles al filial nervionense, el milagro estaría más cerca.
Y es que el equipo dormiría fuera del descenso, ya que igualaría el golaverage con 'La Cultu' pero se pondría por delante por los goles a favor, teniendo en cuenta que hay un duelo pendiente entre ambos.