Es la nueva moda entre los criminales. Aprovechan que los jugadores están fuera de la ciudad o en un partido para asaltar las casas y llevarse objetos valiosos de ellas. Ello ha desencadenado un temor fundamentado en la plantilla del Barcelona, según informó 'AS'.
El caso más sufrido fue el de Arthur. Mientras jugaba la semifinal de la Champions League ante el Liverpool, amenazaron a su hermano con un destonillador. Pero no es el único jugador que ha sufrido robos.
Otro de los futbolistas fue Jordi Alba. El lateral incluso se mudó de domicilio y alquiló su casa a Kevin Prince Boateng, que a su vez sufrió un nuevo robo en objetos valorados en 300.000 euros.
Piqué, Suárez, Coutinho y Umtiti también han tenido problemas en los últimos meses. El defensa francés fue el último cuando estaba en el Camp Nou viendo el partido contra el Valencia.