Estados Unidos quedó eliminada de la clasificación para disputar los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, a celebrar, si todo va bien, en este verano de 2021. Es un nuevo fracaso del Team USA.
Todo comenzó, podría decirse, con la no clasificación para Londres 2012. Fue un traspié sin importancia, parecía pensar todo el mundo. El problema es que se repitió.
Sí, Estados Unidos, que venía lanzada tras su elimiación en octavos en Sudáfrica 2010, parecía decidida a convertirse, por fin, en potencia, y el no estar en Londres dos años después fue tomado como un accidente. A fin de cuentas, clasificarse para unos Juegos Olímpicos es dificilísimo.
Los resultados cosechados dos años después, en Brasil 2014, no fueron mejores (de nuevo en octavos, pero con peores cifras que en Sudáfrica), y comenzó la debacle.
Estados Unidos seguía dominando la CONCACAF... pero el cuarto lugar en la Copa Oro de 2015 hizo saltar todas las alarmas. A ello, además, siguió la no clasificación para Rio 2016.
Había motivos para la preocupación, y cuando el Team USA se quedó fuera de Rusia 2018 la crisis fue evidente. Crisis que el quedarse fuera de Tokio 2020 no ha hecho más que confirmar.
Estados Unidos quería ser una potencia del fútbol mundial también en categoría masculina, pero se está quedando con las ganas. Y lo peor es que, pese a la cantidad de grandes figuras que atesora, en todas las categorías, no termina por dar el salto de calidad que se espera.