Podía ser un día inolvidable en la historia del Barcelona y, en cierto modo, lo fue. No porque se aprobara la actualización del escudo, sino por las consecuencias que tuvo la decisión del Barcelona de retirar la votación.
Llegado el sexo punto del día, la cuestión marras, las intervenciones de los socios eran mayoritariamente reacias a que se cambiara el emblema de la entidad. Dicho esto, el presidente del Barça anunció que se retiraba la votación para abrir un periodo de reflexión.
Se generó un gran murmullo en la sala y los presentes mostraron su enfado abiertamente.
Además, muchos de ellos abandonaron el Palau para mostrar su disconformidad con la actuación de la Junta Directiva.
Algunos de los que se quedaron, además, fueron muy vehementes a la hora de mostrar su enojo.