El escenario que, seguramente, ningún aficionado del Barcelona quería: que su equipo tuviese que jugársela en la Champions en la última jornada ante uno de los mejores conjuntos del Viejo Continente. Baviera dictará sentencia en el Bayern-Barça del 8 de diciembre.
Un día señalado en el calendario 'culé' desde este martes, cuando los de Xavi Hernández empataron a cero contra el Benfica, su rival directo por el segundo puesto del grupo. El primero ya es de los germanos, que han arrasado por donde han pasado.
Con estas tablas, el Barcelona sigue segundo con siete puntos, mientras que los lusos son terceros con cinco, lo que les mandaría a Europa League. Con el Dinamo de Kiev ya eliminado, solo quedan por saberse el segundo y el tercer clasificado. Una diferencia de un lugar, pero que vas mucho más allá que esta supuesta cercanía.
Aunque la tesitura es compleja, los azulgranas tienen la sartén por el mando. Dependen de sí mismos y una victoria en Múnich les otorgaría el pase a la siguiente ronda. El Bayern habrá que ver cómo sale ante su rival en el mencionado choque, ya que Nagelsmann podría darle la oportunidad a los menos habituales y ser así un equipo algo más vulnerable.
El problema para los de Xavi sería si no ganasen. En caso de empate, necesitarían que el Benfica, en casa ante el Dinamo de Kiev, no lograse la victoria. En caso de triunfo del 'Glorioso' (y empate o derrota de los catalanes), los portugueses irían a octavos y los españoles a Europa League tras 16 años sin hacerlo. Destaca que cualquier cosa que no sea la victoria lusa clasificaría al Barcelona, que incluso perdiendo tendría una pequeña carambola para lograr el billete.