Este River ya se parece al de siempre

La pandemia hizo olvidar a River Plate algunos mecanismos que tenía ya asimilados en el pasado con Marcelo Gallardo. Muchos se preguntaban si ya no podía volver a alcanzar ese gran nivel que mostró en el pasado. Y poco a poco ya se engrasa.

Suma cuatro victorias y ese empate más que valioso en octavos de Copa Libertadores a domicilio frente a Athletico Paranaense. Vuelve a ser un horror ganar a este equipo, que ya ser parece al que fue pese a no contar ya con piezas importantes como Quintero o Martínez Quarta.

Sin ser su mejor partido, el 'Millonario' superó con cierta claridad a Central en Rosario. Se aprovechó de su buen arranque de encuentro para tomar ventaja muy pronto gracias al balón parado.

A los diez minutos, Pratto remató un córner, Miño rechazó y Rojas, que por allí pasaba, remachó a gol una pelota suelta. Un 0-1 que resolvía la papeleta más difícil: adelantarse en el marcador.

A partir de ahí, River es un maestro de dormir partidos. Pratto pudo aumentar la ventaja antes de que llegase la polémica. El asistente anuló un gol a Central por un posible fuera de juego ajustado de Villagra. Lo protestó el equipo local...

En la segunda mitad, Central se adormeció ante la forma de adueñarse del partido del 'Millonario', que tocó y tocó hasta que llegó el segundo con algo de fortuna.

Un centro colgado, un remate de Zuculini y un rebote en Damián Martínez bastaron para que Miño no llegase a la pelota, que se coló de nuevo en su portería para hacer el 0-2. Sin mucho, pero con lo suficiente, River puso tierra de por medio.

Zuculini pudo sentenciar antes de que Bonansea tuviese una oportunidad clara para recortar distancias en el área pequeña. Casi igual de buena como el tanto que evitó el poste en una excelsa vaselina de Borré al contragolpe.

A partir de ahí, con el 0-2, Central bajó los brazos y mandó River hasta el pitido final. Sin mostrar su mejor versión, River ya se acerca a lo que fue, suma cuatro victorias consecutivas y ya es líder de su grupo en la Copa Diego Armando Maradona. Y ya mira de reojo a la Libertadores.