Si normalmente los futbolistas firman unos tantos de infarto, en la Supercopa no podía ser menos. Y es que este trofeo ha sido testigo de auténticos golazos.
El mejor de todos ellos, el de Quaresma al Valencia en 2004. Una obra de arte al alcance de muy pocos. Por detrás, el golazo de Falcao con el Atlético al Chelsea, que dejó a Cech como mero espectador. El bronce, por su parte, es para Danny, del Zenit, y su tanto frente al United.
Por detrás, el tanto de Pierre Van Hooijdonk del Feyenoord al Real Madrid en 2002. En quinto lugar, queda para el recuerdo el gol de Ribery, del Bayern, al Chelsea.
Por último cierran el gol de Cristiano Ronaldo al Sevilla, el de Roberto Carlos al Feyenoord, Messi fusilando al Oporto, Torres batiendo al Bayern y Shevchenko anotando con el Milan.
Unos goles para el recuerdo a los que pueden sumarse algunos más... ¿Veremos esta noche algún golazo?