La temporada 19-20 ha dejado grandes nombres en las grandes ligas. Goleadores de postín, asistentes de lujo, porteros capaces de dejar la puerta a cero en bastantes ocasiones. Pero también estadísticas muy curiosas. Como la de aquellos jugadores a los que más le ha costado completar un encuentro. Bien por ser sustituidos, bien por entrar como refresco. Los menos titulares, los más suplentes.
No es una clasificación muy honorífica, por lo tanto. Rebuscando entre España, Italia, Francia, Inglaterra y Alemania, tanto en la élite como en las divisiones inferiores, nos encontramos a Bryan Mbeumo (Brendtford) como el jugador que más veces ha sido sustituido en la temporada. 39 veces arrancó como titular, pero en 32 acabó en el vestuario antes de tiempo. Andrea Colpani, por su parte, es tercero en datos absolutos, aunque hablamos de que el futbolista del Trapani es el único cambiado en todas sus participaciones: 24 de 24.
En cuanto a los revulsivos, tanto en términos absolutos como en porcentaje el que más ha pasado por ahí ha sido Patrick Schmidt, delantero austriaco del Barnsley: en 27 de sus 29 partidos comenzó sentado en el banquillo, un 93,1% de veces. Si nos atenemos a la élite, el primero en figurar es Luis Muriel, que empezó como suplente en 24 de sus 34 choques (70,59%).
¿Y si lo extendemos a todo el continente? Entonces nos encontramos que Pitor Parzyszek, con la camiseta del Piast Gliwice, fue sustituido en 34 de los 35 partidos disputados, es el jugador menos titular de Europa. Y Marcos Tavares, brasileño del Maribor Branik, el que más veces ha entrado como suplente, 27 de sus 29 encuentros.