Se había desvelado que el Balón de Oro 2018 era Luka Modric. Griezmann, como sus compañeros de la Selección Francesa, tuvo su momento de gloria en la gala, cuando a todos ellos se les reconoció su genial Mundial.
Se veía venir que no sería un francés el que ganase el premio. Y así fue. Luka Modric salió entre la bruma como el primer Balón de Oro que no era ni Messi ni Cristiano.
Griezmann ya sabía que no sería el ganador mucho antes. "Tuve ganas de quedarme solo cuando me lo dijeron, pero es un orgullo quedar entre los finalistas", respondió, cuando ya en las postrimerías de la gala le entrevistaron en calidad de tercer clasificado.
Y entonces soltó una frase que sin duda escocerá a muchos compañeros de profesión, pero que en realidad debería provocarles una profunda vergüenza. "Estoy aquí por respeto a mis compañeros y candidatos", sentenció Griezmann.
Una frase a la que rápidamente se le buscó destinatario, y no pocos pensaron en Messi y Cristiano, los dos grandes ausentes de la gala. Quizá sobre todo fue dirigida al luso, segundo clasificado del Balón de Oro. Al menos no se quedó en casa jugando a la videoconsola, que sepamos.
Presumió de palmarés para justificar su tercer puesto. "Este año además del Mundial también he ganado la Europa League y la Supercopa de Europa", dijo, a continuación.
"Primero felicitar a Modric que es el Balón de Oro. La gente ha votado y lo merece. Ha hecho un gran año. Yo estoy feliz de mi año y he ganado los objetivos que tenía", siguió diciendo el delantero francés.
No tira la toalla y se ve ganándolo pronto. "Estoy en el buen camino, he subido dos veces al podio, tengo que seguir así", afirmó Griezmann, quien no descartó a Messi y Cristiano para futuros galardones.
"Es algo histórico que te da ganas de tenerlo en casa y a la próxima será. Estoy feliz. Es difícil estar ahí y estoy agradecido a mis compañeros. Estoy orgulloso de mi trabajo", dijo, para finalizar.
3 de diciembre de 2018
Griezmann no ganó, pero dio una lección a todos. El delantero francés tiene sus cosas, y no pocas veces se le acusa de ser muy infantil o de estar con la cabeza en otras historias, pero ha demostrado tenerla en su sitio cuando de verdad hace falta.
La entrevista terminó con una pregunta-trampa, ¿qué tiene que hacer Griezmann para ganar el Balón de Oro? "Buena pregunta", se limitó a responder el francés, entre risas.
Está claro que Griezmann quiere el Balón de Oro, y aunque no quiere demostrar tener prisa por lograrlo, tanto él como su entorno evidencian esa ansiedad.
3 de diciembre de 2018
"Griezmann fue el mejor futbolista la temporada pasada porque ganó la copa del mundo y eso no lo ganan muchos. Además, la Europa League, la Supercopa y salió segundo en una liga en la que están el Real Madrid y el Barcelona", dijo Simeone, en su momento.
Este lunes, Griezmann volvió a ser tercero, pero en esta ocasión rozó el galardón con la yema de los dedos. Los títulos y un gran 2018 le respaldaban. Pero no fue posible. Otro año será.