Para el técnico del combinado de Maspalomas, esa actitud de sus jugadores les llevó a superar una eliminatoria, que según los comentarios, les ponía ante el conjunto asturiano, como inferior.
"Fue un partido complicado, con mucho sufrimiento ante un gran equipo, pero lo afrontamos con orgullo, tranquilidad y mucha solidez defensiva, sin renunciar al ataque, y el Marino lo notó", aseguró el preparador grancanario.
Tino Déniz hizo hincapié en las declaraciones del entrenador del Marino de Luanco, Oli Álvarez, que indicaban que el gol de Quintero en el partido de ida, había sido "un churro", y también, a otras que señalaba a los jugadores canarios "carentes de tener en sus genes, la intensidad necesaria para afrontar partidos como el que debía celebrarse".
"Esas declaraciones del técnico asturiano durante la semana, ayudaron a reforzar la autoestima, a que los jugadores tuviesen, más con ganas de sacar la eliminatoria adelante, convencidos, además, de que podían hacerlo", aseguro Tino Déniz.
También comentó que tras un viaje complicado, y cinco horas en autobús hasta Luanco desde Madrid, "hicimos que la familia que formamos el San Fernando, nos acercáramos a la realidad de nuestras posibilidades, y lo pude comprobar cuando el equipo saltó al terreno de juego".