El campeón serbio, que dirige Dejan Stankovic, sufrió lo indecible para superar al conjunto albanés en una eliminatoria que, como ya ocurrió en la primera ronda preliminar, se disputó a partido único y sin público en las gradas.
Un testarazo de Tomané, en el segundo tiempo, tras pasar todo el primero estrellándose contra el muro albanés, sirvió al Estrella Roja para seguir adelante en su camino hacia la fase de grupos de la Champions.
Muchos menos problemas tuvo para acceder a la tercera ronda previa el PAOK de Salónica griego, que se impuso por un claro 3-1 al Besiktas turco.
Un triunfo en el que jugó un papel fundamental el delantero Christos Tzolis, que no sólo firmó los dos primeros tantos del conjunto heleno, sino que además asistió a Dimitrios Pelkas para que el centrocampista anotase a la media hora el momentáneo 3-0.
Tantos que no aplacaron la voracidad del PAOK, que el pasado año concluyó segundo en la Liga Griega y que desperdició antes de llegar al descanso una pena máxima en las botas del inglés Chuba Akpom cuando en el marcador ya figuraba el 3-1, que a la postre sería el resultado definitivo.