Sin duda, el caso más paradigmático de todos es el de Leo Messi. El joven rosarino debutó con el primer equipo del Barcelona con el 30 a la espalda. Messi, sin ficha del primer equipo, estuvo jugando sus dos primeras temporadas con ese atípico dorsal.
A partir de la 2006-07, Messi ya tuvo ficha del primer equipo y, por tanto, un dorsal por debajo del número 27. El primero que lució fue el 19, y en la 2008-09 se adueñó del 10 para no soltarlo nunca más.
16 de octubre de 2017
Otro fue David de Gea. Hace diez años, un 30 de septiembre de 2009, el Atlético viajó a Oporto para jugar un partido de la fase de grupos de la Champions.
De Gea era el tercer portero, y como tal llevaba un dorsal atípico, el 43. Tenía por delante al prometedor Sergio Asenjo, recién fichado después de deslumbrar en el Valladolid, y al hoy veterano Roberto (entonces estaba en plenitud, con 23 años). Como vemos, tres porteros que cualquier equipo querría tener.
El palentino no viajó a Portugal, y Roberto se lesionó al poco de comenzar el partido. Quique Sánchez Flores recurrió a su tercer portero, y De Gea acabó haciéndose con la titularidad.
De hecho, para el siguiente partido, de Liga, ya tenía el 13 a la espalda, y una ficha en el primer equipo. Eso sí, en Europa siguió llevando el dorsal propio de un jugador de la 'lista B', el 43 con el que ganó la Europa League en Hamburgo.
Fue el cuarto y último partido de Roberto en su segunda etapa como portero del Atleti. Se fue cedido al Zaragoza en invierno. Asenjo se fue al Málaga el siguiente año y De Gea, en 2011 al United.
7 de noviembre de 2013
Otro ilustre rojiblanco como Fernando Torres también debutó con dorsal del filial. El 27 de mayo de 2001 Torres debutó con su Atleti en Segunda, luciendo el 35 a la espalda, con sólo 17 años.
El Leganés fue el primer rival del 'Niño' como profesional, en Segunda. Aún le quedaba otro 'añito en el infierno' a los rojiblancos, y cuando el Atleti volvió a Primera, lo hizo con un Torres ya luciendo su icónico 9.
3 de febrero de 2017
El Real Madrid también tuvo a su particular De Gea con Iker Casillas. El portero mostoleño pasó de jugar en el desaparecido Real Madrid C a hacerlo en el primer equipo en apenas un año.
Casillas debutó como profesional en San Mamés el 12 de septiembre de 1999 con el dorsal número 27. Y aunque fue el portero titular (desde el primer momento le ganó el puesto a Bizarri), no llevó el 1 hasta la 2001-02.
12 de septiembre de 2018
Otro número 27 fue Sergio Canales, cuando debutó con el Racing de Santander y deslumbró a España y Europa con apenas 17 años, un 18 de septiembre de 2008. Su irrupción fue algo nunca antes visto, y el Madrid se apresuró a ficharle.
Pero la presión y las lesiones le jugaron una mala pasada tras otras a este gran talento, que parece haber encontrado en el Betis, una década después de debutar.
21 de febrero de 2019
Por último, pero no menos importante, otro ilustre jugador del filial que alcanzó la condición de estrella. Hablamos de Reyes, quien saltó a La Romareda con el 34 a la espalda, con sólo 16 años. Era el 30 de enero del año 2000.
Tardaría dos temporadas en asentarse en el primer equipo (en la 2000-01 apenas jugó dos partidos, poco más de 60 minutos), pero desde entonces su carrera fue meteórica: Arsenal, Real Madrid, Atlético de Madrid, Benfica y de vuelta al Sevilla, para iniciar un lento planeo hacia su jubilación como futbolista de élite.
4 de agosto de 2017
La diferencia entre ellos y Vinicius salta a la vista. Todos ellos eran chavales de la casa, en mayor o menor medida. Se habían desarrollado hasta jugar en el filial, no habían sido fichados ex profeso para éste o, peor aún, para el primer equipo, acabando en el filial al no tener sitio (algo que Solari ha probó que fue un error de Lopetegui). Las comparaciones son siempre odiosas, pero cuando se hacen, conviene tener en mente todos los factores, y realizarlas con la suficiente perspectiva para que el jucio no se nuble.