En París están hartos de sus continuas salidas de tono y faltas de respeto hacia el club. Rabiot se fue de fiesta nada más terminar el partido en el que el PSG acabó eliminado de la Champions a manos del United y eso provocó un terremoto en torno a su figura.
Apartado totalmente de la plantilla por Thomas Tuchel y la directiva, lleva tres meses sin disputar un partido oficial y todo apunta a que no volverá a vestir la camiseta del club que le vio crecer, pues en el seno de la entidad están muy molestos con él.
El propio director deportivo, Antero Henrique, consideró "inaceptable" la actitud del francés: "Me resulta una falta de profesionalismo hacia el club, sus compañeros de equipo y aficionados". Meses antes ya había cargado contra el centrocampista.
Ahora, el próximo capítulo de esta tensa historia estaría cerca de escribirlo el presidente del PSG, Nasser Al-Khelaïfi, quien valora despedir a Rabiot de manera fulgurante con una rescisión de contrato unilateral. Hasta el momento, Rabiot acumularía 100.000 euros en multas.
Aunque el centrocampista cumple contrato a final de temporada, el presidente se asegurará así no seguir abonando la nómina al francés, ya que el despido sería disciplinario y para ello se ampararía en las continuas faltas graves cometidas por el centrocampista.