No están nada contentos Íñigo López y su representante, Rodrigo Fernández Lovelle, con la actuación de la Policía Nacional, que decidió detenerlos, según aseguran, de forma innecesaria y arbitraria.
Ambos han presentado una queja en el juzgado número 5 de Huesca, denunciando dicha actuación, asegurando que la Policía no tiene autorización judicial y añadiendo que con una citación al juzgado para que se presentansen habría bastado, sin necesidad de ninguna detención.
De hecho, aseguran que el juez dejó en libertad con cargos, pero sin ningún tipo de medidas cautelares, por lo que no están de acuerdo con las detenciones.
Una detención que supuso el segundo arresto de Íñigo Lopez por la 'Operación Oikos', mientras que Fernández Lovelle denunció las condiciones por las que pasó: "Tuve que soportar 28 horas que no se las deseo ni a mi peor enemigo: en un calabozo maloliente, sin luz y pasando frío".