Hablar de la máxima competición europea es hacerlo de 'territorio Madrid'. Para levantar los ánimos de los aficionados y de los jugadores blancos basta con escuchar el himno de la Champions. Los 'merengues' tienen un idilio con el torneo y por eso el partido del miércoles frente a la Roma puede ser balsámico.
Sacar un resultado positivo en San Mamés siempre es complicado y este sábado al Madrid le faltó eso que le estaba sobrando desde el principio de la temporada: puntería. El gol fue la cuenta pendiente en Bilbao y la idea es curarse gracias a tantos con sabor europeo.
Eso sí, pese a que el simple hecho de volver a jugar la competición que han ganado durante los últimos tres años alegra los corazones blancos, el choque del miércoles es un arma de doble filo, ya que el equipo que visitará el Santiago Bernabéu no es otro que la Roma.
Uno de los cuatro semifinalistas de la pasada edición, frente a un campeón que sigue con hambre. El peligro radicará en que, si bien el Madrid quiere retomar sensaciones en Europa, la Roma se encuentra incluso más necesitada, ya que tan sólo suma cuatro puntos en Serie A de nueve posibles (ganó en la primera jornada, empató en la segunda y perdió en la tercera).
Real Madrid-Roma, un duelo de altura que podría ser tan balsámico como peligroso. Una victoria haría olvidar el tropiezo en el País Vasco, pero un resultado negativo se quedaría en la mente de los asistentes a un Bernabéu que volverá a acoger un partido tres días después del choque europeo, ya que el próximo compromiso liguero blanco es en casa frente al Espanyol.