El Betis volvió a echar el freno a sus apiraciones de jugar en Europa después de caer ante un Getafe que vuelve a ilusionarse con la Champions con la victoria. Un gol de penalti de Ángel, después de una mano involuntaria de Álex Moreno, desniveló el partido en los últimos compases.
Y no fue porque los de Rubi no lo intentaran. Como en Vallecas, volvieron a poner de manifiesto una falta de puntería alarmante, pues fueron mejores que el Getafe en muchas fases del partido.
De salida, el Betis pasó de lo sucedido entre semana y volvió a ser el conjunto que maravilló ante la Real Sociedad la pasada jornada. No puso en funcionamiento un juego de toque espectacular, pero sí un contragolpe voraz, que granjeó numerosas oportunidades.
Fekir y Canales dispusieron de dos claras y el Betis incluso se topó con el palo en una jugada con un gran barullo que no pudieron culminar ni Bartra ni Edgar.
En cualquier caso, el gol se mostró esquivo para ambos en la primera parte, pues Damián Suárez y Nyom también pudieron inaugurar el marcador, aunque al final de los 45 minutos pareció claro que el Betis estuvo mucho más cerca.
Las cosas no cambiarían tras el descanso. En el choque había cada vez más espacios y el Getafe se mostraba irreconocible, ya que daba facilidades para las constantes llegadas béticas por los extremos.
El cansancio provocó que ambos empezaran a ver positivo el empate, sobre todo un equipo de Rubi que dio un paso atrás en los últimos compases, con Joel emergiendo en el partido por primera vez.
Cuando la igualada parecía inevitable, una mano involuntaria de Álex Moreno en un saque de esquina sirvió para que las cosas cambiaran definitivamente. Prieto Iglesias escuchó la llamada del VAR y otorgó un polémico penalti a los de Bordalás, que su 'Ángel de la guarda' no perdonó.
De ahí al final -solo quedaba el añadido- no se jugó nada y los azulones se situaron en Champions con el triunfo en detrimento de un Atlético de Madrid en caída libre. El Betis se queda como estaba, aunque ve Europa alejarse cada vez más.