"No quisimos arriesgar ni con (el brasileño) Ari ni con Farfán. A Farfán podíamos haberle infiltrado, pero aún nos quedan nueve partidos y la Liga Europa", dijo Yuri Siómin, técnico del Lokomotiv, en rueda de prensa. Farfán, que sufrió un pequeño desgarro en el partido de vuelta de los dieciseisavos de final ante el Niza, ni siquiera viajó hoy en el autobús con el resto del equipo.
“Aún quedan días hasta el partido del Atlético de Madrid. Veremos cómo van los entrenamientos”, señaló el preparador.
Siómin reconoció que el Lokomotiv jugó pensando en el resultado, debido a las bajas y al estado del campo, teniendo en cuenta que un empate le permitía mantener su ventaja de ocho puntos sobre sus perseguidores: Spartak y Zenit. De hecho, el Spartak pareció buscar más el gol que los locales y, de no ser por Ignátiev, que salvó bajo palos un disparo de Samédov, los visitantes se hubieran llevado los tres puntos.
El portugués Manuel Fernandes fue uno de los pocos jugadores del Lokomotiv que llevó peligro a la portería del Spartak, especialmente a balón parado, pero Sélijov estuvo muy acertado.
Por su parte, el técnico del Spartak, el italiano Massimo Carrera, destacó que, aunque "el Atlético está más acostumbrado a las competiciones europeas, el Lokomotiv es un equipo sólido, con calidad, que juega un buen fútbol y opondrá resistencia a los españoles".
El césped del estadio del Lokomotiv estaba helado, pero los servicios meteorológicos rusos pronostican que para el partido de vuelta ante el Atlético, el 15 de marzo, las temperaturas rondarán los cero grados.