El fútbol ruso lleva, desde verano del año pasado, cocinando un cambio de formato para su Cuarta División que ya ha entrado en efecto. La categoría se amplía y sufre modificaciones como la creación de un subgrupo dentro de su primera división para poder integrar a 2 clubes de Crimena, el Rubin Yalta y el FC Sevastopol. Ambos equipos han saltado ya al campo para su primer compromiso del curso y, a finales de agosto, de hecho, se verán las caras en un derbi.
La Federación Ucraniana ha reaccionado a ello con una carta pública dirigida a la UEFA y a la FIFA. Se exhorta a ambos organismos a que castiguen a la Unión Rusa de Fútbol por anexionarse 2 conjuntos de un territorio ocupado militarmente y que forman parte de una excepción que la UEFA ya certificó en 2014, cuando se llegó a la conclusión de que la península en la que tienen su sede debía conformar un estatus diferente.
Rusia argumentará, en caso de que reciba una notificación de la institución europea y la mundial de que debe responder, que la Cuarta División de su nación no es profesional, sino 'amateur', y que no depende de la Unión Rusa de Fútbol, sino de la Liga Nacional de Fútbol de Rusia. Por tanto, no está bajo el amparo de la UEFA y no hay que respetar las reglas que Ucrania advierte que se están vulnerando.
Estas razones, eso sí, son un mero salvoconducto para seguir adelante con la integración del Rubin Yalta y el FC Sevastopol, pues, técnicamente, podrían acceder al fútbol profesional en caso de lograr el ascenso esta temporada. El secretario general de la URF, en 'Match TV', no ofreció mucha claridad sobre qué ocurriría entonces: "Hay que llegar a ese punto a través de un duro trabajo incluso deportivo". En otras palabras, demasiado complicado para analizarlo ya.