No se puede decir que el '27' del United lo tuviera todo a favor para marcar, pero sí que fue capaz de crearse una buena ocasión entre dos rivales. Controló con el pecho, se libró de ambos y se dispuso a batir a Alisson.
Sin embargo, los planes de Fellaini no salieron como estaban diseñados en su cabeza. El derechazo que soltó, lejos de amenazar la portería 'red', se marchó desviado al haber golpeado el esférico con el exterior en vez de plenamente con el empeine.
Tanto se desvió su lanzamiento que acabó saliendo por la línea de fondo, cerca del córner, donde le costó un mal rato a uno de los empleados de Anfield. Este se cayó al suelo al intentar golpear con su pie el balón, ocasionando la risas de los asistentes.