No estaba siendo un buen Mundial para las selecciones que van de favoritas. Y existía cierto temor entre los belgas a que este encuentro, ante la débil Panamá, fuese uno más de esos que a las grandes se les complican.
Roberto Martínez no experimentó con su once. Defensa de tres, un centro del campo asentado, dos carrileros de largo recorrido y un tridente ofensivo temible. ¿Qué podía salir mal?
El encuentro siguió el guión previsto. Bélgica asumió el mando del partido y Panamá se dedicó a aguantar los envites del rival, con alguna que otra ocasión al contragolpe.
Balones largos contra fútbol de salón
Panamá parecía no querer el balón. Como si les quemase, en cuando los belgas apretaban, se lo quitaban de encima con un pelotazo largo buscando a Francis Rodríguez o Édgar Bárcenas.
Las ocasiones belgas fueron una constante durante todo el primer tiempo. Desde el primer minuto. Pero los de 'Bob' Martínez estaban espesos. Cuando Panamá se metía en su área y cerraba los huecos, a Bélgica se le acababan las ideas.
Bélgica rondaba el gol, un gol que se resistía a llegar. Una ocasión tras otra sin premio. Mertens, muy activo en la media punta, Hazard o De Bruyne probaron fortuna, pero el último pase fallaba. Y cuando llegaba al rematador, éste no veía puerta. Y si lo hacía, aparecía Penedo a frustrar la ocasión.
Panamá sale viva del primer acto
Panamá recibió el descanso con los brazos abiertos. Bélgica había sometido a un asedio agotador. Una Bélgica que debía cambiar algo para desatascar este encuentro, estaba claro.
Empezó el segundo tiempo sin cambios, al menos en cuanto a nombres. La actitud, sobre todo la belga, sí cambió. Un minuto y medio necesitó el cuadro europeo para batir a Penedo, por fin.
Un centro al área de Mertens para Lukaku fue rechazado por dos veces, y le volvió al extremo del Nápoles. No se lo pensó dos veces, y le pegó sin que botase, mandándola al fondo de las redes tras superar con una bonita parábola a un Penedo que en esta ocasión no llegó a evitar el gol.
El gol, un arma de doble filo
El gol podría haber sentenciado el partido, al obligar a Panamá a dar un paso al frente que Bélgica podría aprovechar a la contra, pero no fue así.
Bélgica se durmió un poco en los laureles, y Panamá tuvo el empate en las botas de Murillo, gracias a un error defensivo de un Carrasco al que se le notaron las carencias en esa jugada. Por fortuna para los belgas, Courtois es un seguro bajo palos.
Tardó Bélgica en reaccionar, pero terminó haciéndolo. Pasada la hora de partido volvieron a rondar el gol los 'Diablos Rojos', y éste llegó tras combinar Hazard con De Bruyne, y centrar éste con el exterior a la cabeza de un Lukaku que no falló.
El tanto terminó de matar a Panamá. Sacar algo positivo de este partido parecía imposible ya, y el tercero no tardó en llegar, a la contra, como estaba previsto.
La esperada sentencia
Con Panamá volcada al ataque, Bélgica podía hacer una auténtica sangría, pero sólo en una ocasión más los europeos vieron puerta. Lanzó Hazard la contra, pase rápido para Lukaku y éste superó a Penedo con una sutil vaselina.
El cuarto de hora que le restaba al partido fue un mero trámite. Panamá buscaba el gol del honor, y Bélgica se conformaba con que terminase de una vez el partido. No era plan de fatigarse sin sentido con el partido resuelto.
Más favoritos tras este encuentro
Al final, un claro 3-0 para Bélgica, aunque los de Roberto Martínez no ganaron precisamente por su juego. Se vio mejor a Bélgica conforme avanzaron los minutos, demostrando de lo que son capaces cuando se entonan, pero les costó demasiado.
La 'tapada' de Rusia 2018 ha cumplido con los pronósticos, y será clara favorita en cuanto a los goles le sume buen juego constante.