Se acerca la cita clave de la temporada para el Real Madrid y Cristiano ya tiene afilados los cuchillos. Triplete del portugués para golear a una Real Sociedad que apenas compareció en la última media hora sobre el césped de un Bernabéu que tiene tantos motivos para creer como para tener miedo.
Arriba, el equipo vuelve a disponer de la pegada que le convirtió en campeón de Europa durante las dos últimas temporadas. Atrás, las dudas crecen a base de goles encajados. Si bien el partido estaba resuelto, los errores de concentración son reflejos de lo que se viene viendo durante toda esta campaña. Le bastó a los de Eusebio con querer y dar un paso al frente para incomodar a un Madrid que tenía la mente puesta en el miércoles desde el descanso.
40 segundos tardó el equipo de Zidane, que regresó al 4-4-2 de la seguridad, en adelantarse en el marcador. Centro de Cristiano y cabezazo de Lucas Vázquez para batir a Rulli y encarrilar el partido. Sigue clamando el canterano por un hueco en el once. Es el más utilizado, pero el menos titular, con lo que el equipo agradece su presencia en el campo...
Asensio también recuperó el tono y se asoció bien con Marcelo en la jugada del 2-0. La Real miraba atónita a un Madrid de circulaciones rápidas, que no necesitaba la posesión para dañar. Como si de una prueba se tratase para lo que espera ante el PSG. Pero los de Eusebio usaron armas de fogueo en la primera parte. Ni un tiro a puerta en 45 minutos. A cambio, un 4-0 que completaron Kroos y Cristiano. Los dos, en sus imágenes clásicas: remate desde la frontal y cabezazo a la salida de un córner.
El PSG no será tan amable
Se fue el Madrid al descanso con la sensación de deberes hechos y sin ánimo de ampliar el marcador. Así se fue fraguando una segunda parte que si se animó fue por el interés de los suplentes de la Real y el despropósito defensivo que generó la relajación de los blancos.
Las buenas sensaciones de la primera mitad se fueron esfumando. Llegó el gol de Bautista, con Carvajal dándole vueltas a su sanción para el miércoles. Despiste, mano a mano y gol. Respondió Cristiano, que sigue siendo el jugador más hambriento de este equipo.
Después apareció Illarra para pintar otra laguna defensiva en el área de Keylor a la salida de un córner. Sexto gol del centrocampista, que sigue picando billetes para intentar llegar a Rusia. Con 5-2, se aventuró un pasacalles, pero ni el Madrid quería hacer sangre, ni la Real se veía con fuerzas para más. Aun así, la tuvo Benzema, que falló en boca de gol y se ganó la pitada del público. El palo ya le había quitado la gloria al francés, que llega a los octavos como el eslabón más débil de la 'BBC'.
Eusebio se marchó enfadadísimo del Bernabéu, y con razón. Los borrones de su equipo siguen lastrando la idea de juego del técnico, que no sabe cómo frenar el agujero negro que sigue condenando a su equipo en defensa. Zidane, acabó con la sensación de tener la mitad de la receta para sobrevivir al tridente más peligroso del planeta. Todo un ensayo de fogueo para los octavos de Champions en los que el Madrid se juega la última carta que le queda esta temporada. Casi nada.