Esta historia es de esas rocambolescas, que cuestan de creer. Quién le iba a decir al Tudelano que ese muchacho cubano, con pasado rojiblanco, que fichaba en este mes de enero, iba a haber recibido la bendición futbolística del mismísimo Maradona.
Carlos Alberto Vázquez Fernández, 'Cavafe', tenía apenas un año cuando conoció a Maradona, como no cuenta 'AS'. No lo recuerda, pero fue en una de las visitas de Diego a la isla caribeña, donde acudía a tratar sus problemas de adicción.
Allí, Maradona trabó muchas amistades. Entre ellas, los padres de Cavafe. Se dice que estos, preocupados por un problema en las piernas de su hijo, decidieron consultar a Maradona. Porque todos saben que Diego tiene capacidades taumatúrgicas, claro que sí.
El caso es que se dice que cuando Maradona vio las piernas de Cavafe, lo tuvo claro. "Ese chico será futbolista. Salió con los pies curvos", afirmó. Hasta ahí, la leyenda. Ahora, los hechos.
Poco después de que ese encuentro tuviera lugar, cuando Cavafe tenía tres años sus padres emigraron a España en busca de un futuro que sentían que Cuba no podía ofrecerles. Se instalaron en Valdemorillo, y allí Carlos Alberto empezó a dar sus primeras patadas a un balón de fútbol.
Efectivamente, como predijo Maradona, tenía un don para el fútbol, y aquel problema con sus tibias nunca fue un impedimento. Militó en varios equipos de fútbol base de la Comunidad de Madrid y acabó en la cantera del Atlético de Madrid. Coincidió allí con jugadores como Manu Sánchez o Montero, ambos ya instalados en la élite.
Conforme fue creciendo empezó a tener más y más claro que, por mucho que pudiera representar a España, él quería defender los colores de Cuba. Y lo acabó logrando hace unos meses, cuando se convirtió en el primer jugador que milita en un club de fuera de la isla en hacerlo.
Su convocatoria supuso un antes y un después para el combinado nacional. Puede sentirse, y con cierta razón, como un pionero.
Su camino se separó del del Atlético de Madrid tiempo atrás. Pasó al filial del Alcorcón, fue cedido a Unionistas y al Navalcarnero, y el pasado verano se fue al Bergantiños. Hace unos días fichó por el Tudelano, con el que debutó en Primera RFEF.
Ahora, este central, de 22 años, aspira a seguir creciendo como futbolista mientras espera una nueva llamada de Cuba.