Neymar Jr. fue preguntado acerca de un tema muy recurrente: las críticas a su vida personal, aparentemente alocada y despreocupada respecto al fútbol y su carrera profesional.
"¿Si mi vida fuera del campo obstaculiza mi rendimiento? Creo que no. Hasta me divierte que la gente compare la vida fuera con lo que hago dentro. Ya lo hablé en los Juegos: mi vida personal es mi vida personal. Voy a seguir saliendo, haciendo lo que creo que debo hacer, porque soy yo y son mis cosas", dijo.
Envió un mensaje a los periodistas. "Eso sí, de lo que pasa en el campo pueden criticarme. Ustedes están allí para hablar de mi desempeño dentro del campo. Ahí pueden hablar; fuera, me encargo yo. Quien tiene derecho a decirme algo fuera del campo es mi madre, mi padre, mis amigos. Ellos pueden decir: 'esto hazlo, esto no lo hagas'. Entonces lo pensaré. Incluso si mi madre quiere que no haga algo pero creo que debo hacerlo, lo voy a hacer. Es mi vida. Tengo 27 años", declaró.
"Cuando la gente dice que mi vida fuera del campo entorpece a la de dentro... No, están ustedes completamente equivocados. No obstaculiza nada. Cero. Soy un tipo que me cuido. Sé cuándo hay que salir. Si quiero ir a una fiesta, es porque sé lo que hay que hacer al día siguiente; si tengo un partido, obviamente no saldré", declaró el futbolista.
Neymar no comparte las críticas. "Me hace mucha gracia cuando la gente viene a entrometerse en mi vida fuera de campo, ¿comprendes? Me río un montón, aunque claro que no me importa mucho. Pero no estoy de acuerdo con lo que dicen", señaló la estrella del PSG y la Selección Brasileña, quien también habló de un hipotético futuro en el Real Madrid.
3 de marzo de 2019
Odio en redes sociales
Las redes sociales exponen continuamente a un Neymar que quiere quitar hierro al uso que da, sobre todo, a Instagram. "Mi madre se cabrea porque he quitado los comentarios. Ahora sólo me escriben quien yo sigo, mis amigos... Tenía muchos comentarios sin sentido. Las redes sociales han cambiado mucho en diez años. Muchas personas están ahí para hablar contigo, pero no entiendo quien siembra odio o te manda un mensaje para entristecerte. La persona que va a al perfil de otra para lastimarla o herirla... No sé cuál es el pensamiento de esa persona, gracias a Dios", señaló.
En la entrevista, Neymar se emociona hablando de su padre. "Es difícil hablar de mi padre. Son diez años de carrera, sí, pero de vida son muchos más, 27 años. Desde mi primer partido, con tres años, él estuvo presente. Y yo estoy muy agradecido, ¿sabes? Por todos los consejos. Hacemos bromas en casa de que él es un pesado, pero que vale la pena escucharlo. En todos los sentidos. Hablamos de que él sabe de todo. Que es mecánico, ingeniero, médico algunas veces. Decimos: 'eres muy cabezón'. Él es un tío con quien hay que hablar mucho, hasta entrar en esa cabeza grande [risas]. Pero si lloro es de alegra, de orgullo", declaró.
Persecución arbitral
No se siente perseguido por los árbitros, en ocasiones laxos con las entradas que recibe. "Perseguido, no. No sé si es la palabra correcta. Pero para mí las cosas son algo más difíciles. Si me hacen falta, tiene que ser una falta, falta, no puede ser media falta; si me hacen penalti, tienen que ser muy penaltis, no puede ser un 'penaltito'. Es algo a lo que uno se va acostumbrando. Aquí es donde entra lo de 'respira profundamente y sigue'. No puedo tensarme más, ya me estreso mucho con eso y pierdo concentración por estas cosas, por un defensa que te pega porque el árbitro no mira, por un árbitro que te amenaza...", contó.
"Cuando quieres jugar así, no te quejes si te llevas golpes. No estamos aquí para que se divierta con nosotros", afirmó Anthony Gonçalves, jugador del Estrasburgo, acerca del estilo de Neymar después de que éste se lesionara nuevamente del pie derecho el pasado mes de enero.
"No me sé ni su nombre, para empezar. Eso no es una falta de respeto ni nada. Mi fútbol todo el mundo sabe cuál es, de drible, de encarar, de crear oportunidades, de hacer gol. Es obvio que a nadie le gusta sentirse atrapado, ni sufrir falta, ni a un defensa le gusta sentirse driblado. No puedo irme a un rival y decirle: 'con permiso, quiero marcar'. No me va a dejar, tengo que driblarlo de alguna manera. Ahí entra esa arrogancia que existe dentro del fútbol. Piensan que lo es, pero no. Amenazar, insultar. Hacer la falta y mirar, burlarse, esto y aquello. ¿Qué voy hacer? ¿Me peleo con él, siendo más grande y fuerte que yo? ¡Obvio que no! ¿Qué puedo hacer? ¡Pues driblar! Si lo regateo es porque quiero hacer gol. Dijo: 'Si quiere jugar así, que no se queje de los golpes'. ¿Cuál es la manera adecuada de jugar?", se pregunta Neymar.
Mbappé y Pelé
"Hasta los genios son genios sin tener un Balón de Oro. No se necesita un Balón de Oro para ser un 'crack", dijo un Neymar, encantado de compartir vestuario con Mbappé, al que llama 'Golden Boy'. "Espero poder estar con él en los premios que eligen a los tres mejores del mundo. Sería muy especial", dijo Ney. "Kylian es como un hermano, es un niño al que tengo un cariño muy especial. Se convertirá en los mejores de la historia del fútbol. No tenemos envidia uno del otro. Si él marca, quiere darme un pase de gol; si yo le doy un pase, quiero que marque también. Tenemos esa relación, como la tuve con Leo Messi, cuando competimos por ser el Balón de Oro", comentó el delantero brasileño.
¿Es Neymar el mejor jugador brasileño post-Pelé? Es un debate abierto en los últimos tiempos en el país sudamericano. "No, no lo creo, ni hablo de cifras o récords. Cada jugador tiene su historia, su importancia para Brasil, para el fútbol. No me gusta hacer comparaciones. Brasil ha dado millones de 'cracks', muchos genios. Yo tengo ídolos que considero genios del fútbol, de la historia del fútbol. Me alegro de que mi nonbre esté entre ellos. Cada uno formó parte de su generación", contestó el jugador del PSG.
Su relación con Messi
Tuvo palabras para su amigo e ídolo Messi. "Leo fue una persona muy especial para mí. Yo cuento esa historia para todo el mundo. En el momento en que más necesitaba un soporte, el mejor del mundo llegó, me dio la mano y me dijo: 'Tienes que ser tú, ser feliz. Tienes que ser el mismo niño que eran en Santos. No seas tímido. No tengas miedo de mí ni de nadie en este club que yo estoy acá para ayudarte'. A partir de ese momento en que él habló conmigo, yo en el Barcelona fui otra cosa", contó.