El 1-1 del Everton-Manchester United fue un milagro. Porque tras todo lo que ocurrió en el tiempo de añadido, resultó bastante sorprendente que el marcador no se moviera más.
Primero fue el equipo de Solskjaer el que lo tuvo en sus manos para haberse marchado con un jugoso 1-2. El United completó un ataque y Lingard, tras controlar en la frontal del área pequeña, lanzó una volea algo mordida que despejó Pikford como pudo de un manoplazo.
El rebote dentro del área cayó a los pies de Ighalo, que apenas llevaba 20 minutos en la cancha y pudo haber su primer tanto como 'red devil'. Le pegó a bocajarro el nigeriano, si bien apareció coloso el guardameta inglés para despejar casi sobre la línea lo que habría supuesto un mazazo definitivo.
1 de marzo de 2020
Ocurrió en el minuto 90 y acabó en córner. Sin embargo, el saque de los visitantes acabó en contragolpe de los locales, que tuvo de todo. Primero, un remate en buena posición de Sigurdsson, pero que De Gea, que venía de un error horrible en la primera mitad, salvó con la pierna.
En el rechace, el islandés se quedó sentado en el área pequeña lamentándose, pero la bola llegó aún dentro del área a Calvert-Lewin, quien conectó un zurdazo que se envenenó tras tocar en Maguire y entró junto al poste izquierdo.
Los 'toffees' se volvieron locos... hasta que desde la sala del VAR avisaron al colegiado por un posible fuera de juego. Y es que Sigurdsson, a pesar de que no hizo por tocar la bola desde el césped, estaba en la trayectoria del tiro.
1 de marzo de 2020
Los colegiados consideraron que obstaculizaba la visión de De Gea, así que estimaron que su posición era ilegal y el 2-1 no subió al marcador. Una decisión polémica y llena de interpretación acerca de si el delantero participó o no de la jugada.
Apenas un par de minutos después, se acabó la locura. Con Carlo Ancelotti volviéndose loco en las protestas y siendo expulsado por Chris Kavanagh.