Fue el Sevilla-Real Madrid el partidazo que todos esperaban. En todos los aspectos. Un partido así, de domingo por la noche y con aroma, para los más nostálgicos, a 'Canal+', necesita goles, locura, polémica y giros de guiones que conviertan el cronómetro en un bólido demasiado rápido para el espectador. Y lo tuvo absolutamente todo.
Se puede definir de mil maneras lo que se vivió en el Sánchez-Pizjuán, pero ninguna más apetecible que hablar de comida. El Sevilla parecía engullir a su rival en la primera parte, pero acabó hecho un flan. Ese temblor animó al Madrid a iniciar una remontada que tuvo en el gol de Benzema una guinda que sabe a título. Y esta victoria, a su vez, fue la guinda a unas semanas de auténtica felicidad, a veces de infarto, para el madridismo.
Entre medias, lo que regó el encuentro no fue un buen vino. Lo que acompañó a los protagonistas durante casi los más de 100 minutos que duró el espectáculo fue un atracón de polémica arbitral. Ya decíamos que el menú que nos prepararon rojiblancos y 'merengues' no le faltaba ni un detalle. Y tras degustarlo, toca diregirlo y relamerse con él.
Un Sevilla ambicioso, un Madrid sin personalidad
El Sevilla fue mejor durante los primeros 45 minutos. O quizás algunos menos, ya que el cuadro visitante comenzó a reaccionar antes del descanso. Tan de mérito fue la ambición local como criticable la poca personalidad del Madrid. Poco tardó el equipo de Lopetegui en hacerse con el balón, en conquistar territorio ajeno y en trasladar su mando al marcador.
Y es que ya lucía el luminoso del Pizjuán un 2-0 cuando apenas se llevaban 25 minutos. Pudo ser la historia diferente, pero una mano de Diego Carlos en el área fue involuntaria tanto para Cuadra Fernández como para el VAR. Fue el inicio del atracón que analizaremos más adelante. Lo que sí fue una realidad fueron los tantos de los hispalenses. Rakitic, en el 21', aprovechó la apertura de la barrera en una falta para poner el 1-0. Poco pudo hacer Courtois cuando entre Alaba, Militao y Carvajal dejaron un hueco que le vino de perlas al disparo, malo en condiciones normales, del croata.
No mejoró el Madrid y se aprovechó de ello el Sevilla. El ambiente del estadio ayudó a que unos se vinieran arriba y otros siguieran noqueados y los locales se subieron en esa ola para marcar el 2-0. Tecatito Corona se le fue a Militao en el área y salvó la salida de Courtois en la frontal de la pequeña. La puso a su derecha el mexicano, casi en el punto de penalti, donde esperaba Lamela para empujarla y abrir brecha en el marcador.
Las circunstancias obligaron a los blancos a cambiar el plan. O, mejor dicho, a crear uno. Empezaron a estirarse con el paso de los minutos, aunque su reacción pudo ser cortada de raíz por una segunda amarilla que pidieron para Camavinga. Se lanzó sobre Martial para rebañarle el balón, pero pareció trabar al delantero. Este, que llegaba tocado, tuvo que marcharse lesionado. Para el colegiado, no fue ni falta.
Benzema empezó a aparecer en el área. Ya lo había hecho en zonas más retrasadas para intentar hilar a un Madrid completamente desconectado. De volea, avisó a un Bono que, poco después, le dio una segunda oportunidad con una mala salida en un centro pasado, incendio que apagó la defensa sevillista.
El francés se permitió un lujo en el área rival antes del descanso. Se fue de Joan Jordán y Diego Carlos en una baldosa con dos recortes en menos de un metro e intentó centrar, pero se le fue por encima del larguero. No venía mal una pincelada de esperanza para su equipo, pero el problema no lo arreglaban cuatro detalles de su magia.
El Madrid devora al tembloroso Sevilla
La cara del Real Madrid, tímida, plana y mediocre, no se volvió a ver en el Pizjuán. Ya están acostumbrados los aficionados blancos a sufrir lo peor y disfrutar lo mejor de los suyos, dos medidas que suelen ser la noche y el día. Tras la mala primera parte, llegó la otra versión del equipo de Ancelotti.
Camavinga se quedó en la caseta para un segundo tiempo que comenzó con una clara ocasión de Benzema. Modric encontró al '9' en la frontal tras un despiste gravísimo de Diego Carlos en la marca y Karim, con todo para marcar, tiró abajo y a la izquierda de Bono, que le sacó una mano salvadora.
Fue el aviso antes del 1-2. Rodrygo, que entró por Camavinga, recortó distancias con su versión más 'killer'. Vinicius cedió con la suela un balón a Carvajal, que centró raso al área chica para que apareciese el '21'. De primeras y con la derecha, marcó con el beneplácito de una defensa que comenzaba a hacer aguas.
Se animó el Madrid, que encontró motivos y premios objetivos más allá de las sensaciones. Militao, en el 53', soltó un trallazo desde 25 metros que mandó a córner Bono en unos minutos del Sevilla para olvidar. Los locales comenzaron a temblar, a perder balones, a renunciar a defenderse con él. Los blancos daban pasitos adelante y solo encontraban nervios en un rival que vivió en su área casi el resto del tiempo.
Benzema avisó de nuevo con un disparo cruzado en el área mientras el Sevilla agradecía cualquier respiro, por pequeño que fuese. Rakitic tuvo que ser atendido y los andaluces aprovecharon para tomar aire y quitarse el asedio de encima, aunque fuese por unos minutos. Incluso Navas probó suerte con la zurda en un contragolpe, pero su golpeo se fue desviado cuando buscaba el palo más alejado de Courtois.
La guinda y el plato fuerte de la polémica
Rafa Mir tuvo una clara ocasión que falló para demostrar que no es el golpeo de cabeza su mayor virtud. Estaba solo en el área chica y mandó su cabezazo por encima del larguero tras un buen centro de Augustinsson y una jugada llena de fantasía de Óliver Torres. Pero lejos de servir para algo, fue el aperitivo del asedio total del Madrid.
En el 74', llegó el plato fuerte de la polémica. Vinicius marcó el 2-2 tras controlar, al parecer, con el brazo, aunque las imágenes no terminan de poner de acuerdo a los que vieron eso y los que apreciaron hombro. Cuadra Fernández lo anuló en directo y, tras revisar la jugada, se mantuvo en sus trece.
Esta decisión encendió aún más el ambiente y encerró un poco más al Sevilla. Ancelotti metió a Asensio, para atacar, y a Nacho, para cerrar con tres. Pero, sin embargo, fue el defensa el que encontraría el tanto del empate. Carvajal la cedió atrás en el área, desde la derecha, para que el '6', que había entrado un minuto antes, tirase de primeras para empatar. Pedía Óliver Torres una falta previa que no concedió el árbitro. Que no falte su pizca arbitral, claro.
Con siete minutos de añadido y este escenario, ya muchos se temían esa versión del Real Madrid de los finales de partido. Si decíamos que ya es conocida su cara apática, lo es aún más la fe que le tiene a los últimos suspiros. Y sería Benzema, que sigue agrandando sus números esta temporada, el que pusiese la guinda.
El 2-3 llegó en el 92'. Vinicius, de espuela, abrió a la derecha para Rodrygo, que vio a Benzema en el área y se la dio atrás, casi desde la línea de fondo. El francés hizo dos amagos y batió a Bono, tras rozar la bola en un defensa, para culminar una remontada que se parece sobremanera a la sentencia de un título.
El Sevilla, que lo intentó hasta el final con Bono en el área contraria, pecó de un miedo que le privó de seguir soñando con algo más en Liga este curso. Con 60 puntos, se queda tercero con los mismos que el Atlético y que el Barça, aunque tiene dos partidos más que los azulgranas. Por detrás, el Betis llega a solo tres.
En el liderato se mantiene un Real Madrid que salva así una de las ocasiones marcadas en rojo por sus perseguidores. Con 75 puntos, le saca 15 a los tres que le intentan cazar, aunque el triunfo de hoy encierra un premio mucho mayor que estos otros tres puntos.