En la mañana previa al choque amistoso ante el Hércules, el 6 de agosto de 1992, el técnico citó a toda la plantilla en la entrada del hotel. Allí les esperaba Emilio Cidad, psicólogo de confianza de Floro.
Durante hora y media, el profesional fue hablando con todos los jugadores del Real Madrid, según informó 'Marca'. Pese a que la última media hora era voluntaria, casi todos los jugadores se quedaron.
27 años después, las sesiones y los problemas mentales siguen siendo un tabú en el mundo del deporte profesional. La puerta abierta por Floro en aquel entonces supuso el inicio de un mundo todavía prohibido en ciertos ámbitos.
Hoy en día, no es raro ver cómo conjuntos de primer nivel tienen un equipo de psicología en sus plantillas. si bien no es un tema tratado en la sociedad. Todo ello para ayudar a unas personas que deben lidiar con la presión mediática a la que están sometidos.