Francia y Mali disputarán el martes (12.00 GMT/13.00 CET) la segunda semifinal del Mundial Sub 17 de Indonesia tras superar en cuartos de final a Uzbekistán y Marruecos, respectivamente, en ambos casos por 1-0.
La otra semifinal la jugarán el mismo martes, pero a las 08.30 GMT (9.30 CET) las selecciones de Argentina y Alemania tras salir airosos el viernes de los clásicos sudamericano y europeo ante Brasil (3-0) y España (1-0).
El combinado galo persigue la segunda final de su historia, tras la que disputó en la edición de Trinidad y Tobago 2011, en la que se proclamó campeón al derrotar a Nigeria por 3-0.
No lo tuvo fácil el equipo de Jean-Luc Vannuchi, actual subcampeón europeo, para desembarazarse de una de las grandes revelaciones del torneo como Uzbekistán, que sin ir más lejos empató en la fase de grupos con España tras ir perdiendo por 2-0 y superó en octavos a Inglaterra (2-1), otra de las aspirantes al título.
Tuvo que esperar Francia a la última fase del partido para, con un gol de Ismail Bouneb a los 83 minutos, acabar con la resistencia del equipo asiático, que una vez más supo organizarse bien atrás, con un bloque muy solidario, e incluso amenazó en algunos momentos al único equipo que aún no encajado tanto alguno durante el torneo.
Uzbekistán, que como se preveía concedió el control y el balón a Francia, tuvo su opción al borde del descanso con un remate de Yakhyo Urinboev, pero evitó la sorpresa el guardameta Pal Argney.
Aunque aguantaba bien el equipo uzbeko acabó por claudicar al aprovechar Bouneb un rechace del larguero tras un cabezazo de Mathis Lambourde, acción a la postre definitiva pese a que el delantero y goleador asiático Amirbek Saidov estuvo cerca de encontrar las tablas.
También en el estadio Manahan de Surakarta, Mali confirmó los pronósticos al superar a Marruecos también por 1-0. Busca su segunda final de un Mundial Sub 17 tras la que perdió ante Nigeria en Chile 2015.
En la última Copa de África de Naciones disputada en abril y mayo, el combinado marroquí logró el pase a la final al superar en la tanda de penaltis a Mali, que se tomó la revancha para confirmar su progresión en Indonesia, donde tras caer ante España en la segunda jornada de la fase de grupos contaba sus partidos por goleadas.
Esta vez, el cuadro de Soumalia Coulibaly no pudo exponer su potencial ofensivo, pero sí su gran fortaleza en un partido tremendamente físico ante un exigente rival como los 'Leones del Atlas', un conjunto rocoso como pocos.
El cuadro de Said Chiba supo pertrecharse para dificultar las intentonas de Mali, superior en el manejo del balón y en el dominio, pero su resistencia se truncó igualmente en el tramo final, al aprovechar Ibrahim Diarra, a los 81 minutos, un rechace del poste.
A Marruecos le faltó más presencia en el área rival, más colmillo para aprovechar las escasas aproximaciones y acierto en la prolongación, sobre todo tras un saque de esquina en un remate en el segundo palo de Adam Boufandar que se marchó fuera cuando estaba solo.