Necesitaba Francia dar un golpe sobre la mesa y lo consiguió este sábado. Después de que se produjese un bochorno en los prolegómenos, al poner el himno de Andorra en lugar del de Albania, el espectáculo llegó en el Stade de France.
Pese a estar sin Mbappé, su máxima estrella, los galos mostraron su colmillo. Lo hicieron desde el inicio, con Varane dando una asistencia mágica a Coman para que el jugador del Bayern de Múnich marcase el primero de sus dos tantos.
Si algo tiene esta Francia, campeona del mundo, es hambre. Hambre de ganar más títulos, de marcar más goles y de arrasar a su rival. No permitó a Albania respirar más de lo necesario en un partido que domnó desde el minuto uno.
Y, sin Mbappé, espectador de lujo en la grada, la responsabilidad ofensiva recayó en Griezmann y en Giroud. El primero marcó después de marcar tras un centro de Lucas Hernández. El segundo no lo hizo, y eso que dispuso de un penalti que falló, el primero en dos años y medio.
Deschamps ha imprimido seriedad en la Selección. El paso por los vestuarios no sirvió más que para refrendar la superioridad de 'les blues'. Sentenció el partido Coman después de una gran jugada individual de Griezmann, que le regaló el gol a su compatriota.
Se sumó a la fiesta en los últimos minutos Ikoné. Marcó el futbolista del Lille su primer tanto con Francia. Y es que no pudo tener un mejor estreno en su primer partido que cerrar la goleada gala en una jugada con Fekir.
Tuvo Albania su premio cuando el partido llegaba a su fin. Hugo Lloris derribó a Cikalleshi. Como si fuese el colegio, el albano cogió la pelota tras el penalti que él mismo forzó y firmó el 4-1 definitivo.