Frank Mill participó en dos Olimpiadas, las de Los Ángeles 84 y Seul 88. Disputó un total de 20 partidos y anotó 10 goles. En la cita surcoreana capitaneó a la selección que logró el bronce.
En aquellas dos citas, el fútbol olímpico era diferente al actual. El embrión del actual modelo de torneo. Se aceptaban jugadores profesionales sólo para las selecciones de África, Asia, Oceanía, América del Norte y América Central. El resto debían presentar un plantel de jugadores juveniles o sin experiencia en la Copa Mundial.
Cuando ganó el bronce, Mill tenía ya 30 años. Fue su última Olimpiada, pero no colgó las botas hasta ocho años más tarde. Participó porque la 'Mannschaft' no contó con él ni para el Mundial del 82, ni para el del 86. Sólo jugó dos partidos de clasificación para el Mundial con Alemania, para el de Italia 90. Fue convocado en el 82, pero para jugar amistosos, nunca fue a España.
Eso sí, con Alemania se coronó campeón en 1990, un Mundial del que no presume porque él mismo dice no merecerlo al no haber disputado ni un minuto.
"Sí me siento ganador de la medalla de bronce olímpica, porque en aquella competición jugué y pude aportar mi granito de arena. El sentimiento es diferente cuando tienes la oportunidad de contribuir sobre el césped", explicó, en una entrevista concedida al la web de la FIFA.
Seguro que 'Franky', como len conoces sus amigos, estará muy pendiente de cómo lo hace la selección germana, que debuta esta noche contra México.