La etapa de Ralf Rangnick al frente del Manchester United arrancó con brotes verdes y un resultado positivo, a pesar de que el equipo 'red devil' se cayó en el segundo tiempo y estuvo cerca de volver a las andadas.
Decía en la previa el nuevo técnico que quería convertir a los 'red devils' en "máquinas de presionar", pero que necesitaba tiempo, y quedó claro en su primer partido al frente del equipo. El United fue bien, con fe y alegría, a entorpecer el juego del Crystal Palace en el primer tiempo, pero terminó desfondado y sin ideas.
El buen juego de los locales no dio frutos en el primer tiempo, a pesar de que el Manchester United recuperó con rapidez y merodeó la portería de Guaita con frecuencia. El meta español, sin embargo, no tuvo que intervenir de forma notable a excepción de un remate de Bruno Fernandes tras dejada de Cristiano Ronaldo que sacó a mano cambiada en una acción preciosa.
El astro portugués, activo incluso en la presión, acabó agotado y fuera de combate en un segundo tiempo que le terminó arrollando en el plano físico. Antes, en un buen primer acto, fue siempre protagonista y se mostró muy comprometido con la nueva idea del equipo.
Dalot dio la bienvenida al descanso con la más clara del United, aunque antes Fred había apuntado para lo que sería el 1-0 después y se había encontrado con una cabeza salvadora de los 'eagles' en otra acción de cierto peligro para visitantes.
Tras el descanso, las buenas palabras de los 'red devils' se las llevó el viento y los locales volvieron a recaer en errores que ya cometieron en el pasado con Solskjaer. El United no tuvo ni ocasiones ni presencia en el área de Guaita y fue el Palace el que dio un paso adelante y estuvo a punto de llevarse un gran botín de Mánchester.
A un cuarto de hora del final, Ayew envió demasiado cruzado un remate tras prolongación de Tomkins con De Gea completamente batido y, acto seguido, el United encontró la suerte que le ha faltado durante toda la temporada. Greenwood cedió a Fred y el brasileño la puso en la escuadra en lo que a la postre fue el único tanto del choque.
Al Crystal Palace le faltó fe para creer en el empate y el Manchester United gestionó a la perfección los últimos compases, aunque en ese momento el equipo ya se pareciera más al de principio de temporada que a otra cosa. A falta de tiempo, bueno es siempre arrancar un nuevo proyecto, por corto que sea, con victoria.