La impotencia del Barcelona para hacer daño al Real Madrid en el 'Clásico' quedó ejemplificada especialmente en la figura de Frenkie de Jong. El ex del Ajax cuajó uno de sus peores partidos desde que está en el Barcelona. Intrascendente en ataque, lento en el repliegue y, para colmo, comprometedor en la entrega. Una hoja de servicios deficiente e incluso alejada de otros días discretos en los que al menos cumplió en el pase o aportó estabilidad en la línea medular.
El centrocampista neerlandés cumple su tercer curso en el Barcelona y lo hace ya alejado de aquel debate por su posición que surgió durante la primera temporada. Totalmente asentado como interior y alejado de un puesto de pivote que sin duda no es el suyo, el ex del Ajax es una sombra del que enamoró al fútbol europeo en el cuadro 'ajacied'.
En una temporada en la que, con veteranos venidos a menos y jóvenes aún sin curtir, el internacional con los Países Bajos debía ser por precio, edad y fútbol uno de los líderes del equipo, la realidad está alejándole de este papel.
En el Barça demandan mucho más a un futbolista que firmó una primera temporada insulsa, que se consideró de adaptación, y una segunda llena de brotes verdes dentro del caos que fue el equipo azulgrana en la 2020-21. En la 2021-22 ha vuelto a la casilla de salida.
Ante el eterno rival, ninguno de los neerlandeses estuvo bien. Tampoco el ex del Ajax Dest. Era el primer 'Clásico' de Memphis, lo que en cierta parte le exculpa, pero no el primer partido de máxima rivalidad de Frenkie de Jong en España. Estuvo totalmente opacado por la entrega de Gavi, le faltó arrojo para pelear el balón, regó de pérdidas -y peligrosas- el centro del campo y tampoco aportó nada en ataque. Exhausto, Koeman terminó por sustituirle a menos de un cuarto de hora del final, algo que no había hecho desde la primera jornada ante la Real Sociedad.
En el curso que debía ser el de su confirmación, Frenkie de Jong está dando la razón a quienes piensan que la inversión hecha en su día para cerrar su fichaje fue excesiva y un exceso más de la junta directiva presidida por Josep Maria Bartomeu.