Siempre será recordado por esas míticas gafas que le hacían ser característico. Pero Edgar Davids fue más que eso, muchísimo más. Su última etapa, cuanto menos turbia, en la Quinta División inglesa no empañó el resto de su larga y exitosa trayectoria en el Viejo Continente, donde comenzó a brillar en aquel equipazo que formó el Ajax en los '90. Tras reinar en Holanda y ganar la Copa de la UEFA en 1992, los de Ámsterdam se proclamaron campeones de la Champions, por entonces Liga de Campeones, con grandes figuras como Edwin van der Sar, Frank Rijkaard, Frank de Boer o Clarence Seedorf, además del mencionado Davids.
En 1996 decidió poner fin a su etapa en los Países Bajos para desembarcar en Italia, en el Milan, donde solo estuvo una temporada. Pronto recalaría en la Juventus, donde sí que pudo triunfar. Tres Ligas y dos Supercopas de Italia añadió a sus vitrinas antes de fichar por el Barcelona en 2004. Solo estuvo un año en la Ciudad Condal. Regresó a Italia, aunque esta vez desembarcó en el Inter, que pudo disfrutar de él un curso. Fue entonces cuando comenzó su corta y dispar aventura en Inglaterra.
Llegó al Tottenham en 2005, pero tampoco duró más de un año. Jugó una temporada en el Ajax tras su paso por Londres y volvió de nuevo al fútbol inglés, donde fichó por el Crystal Palace. Allí puso el punto y final a su carrera como futbolista, pero solo fue un mero paréntesis. Cuando nadie creía que podría volver a los terrenos de juego, el Barnet, un equipo de las categorías bajas, llamó a su puerta para que ocupase el puesto de entrenador-jugador. Y Davids aceptó.
Comenzó un episodio raro y turbio en la carrera del holandés. Llegó a un equipo que luchaba por no descender y que tenía realmente complicado su objetivo. Finalmente, el club británico se jugó la categoría en el último partido de la temporada, pero los resultados no acompañaron y descendieron -en aquel entonces estaban en Cuarta-. El estar en la nueva categoría podía ahuyentar a Davids, acostumbrado a codearse con la élite. Pero él decidió continuar al frente del equipo.
Con casi 40 años, su rendimiento comenzaba a decaer, pero en el club seguían confiando en él. Pero poco a poco su actitud se fue declinando a un clima de soberbia que comenzó a ser criticado en el país. Todavía se recuerdan aquellas declaraciones que hizo en su entrevista a 'Goals on Sunday': "¿Sabes qué? Soy el cabr** de Edgar Davids".
6 de abril de 2017
Esta postura algo más prepotente que demostró en su segundo año se confirmó con una inusual petición que le hizo a su propio portero, Graham Stack. En su charla con 'Vice Sports', el protagonista confirmó aquella anécdota: "Yo venía de una gran temporada y tenía el número de un sustituto. Creo que era el '21'. Edgar me llevó con el utillero una mañana y me preguntó cuál era el número que quería usar. Le dije que en realidad no me importaba y él me pregunto si me afectaba que él usase el '1'. Le dije que él era el entrenador y que podía usar el que quisiera".
Davids acabó portando finalmente el '1' aquella temporada, una campaña en la que no controlaba sus impulsos en el terreno de juego. Acabó protagonizando varias trifulcas contra los propios rivales, llegando a ser expulsado en cinco ocasiones con los colores del Barnet. El día de su retirada, siguió con su campaña en contra de los árbitros.
"No creo que vuelva a jugar porque los árbitros me toman a broma, soy su diana", dijo el día en el que decidió apartarse de los terrenos de juego. Una época en la que el Barnet seguía siendo protagonista para Inglaterra y el fútbol europeo por tener a Davids en sus filas. Ahora, sin el holandés y con la FA Cup y su partido ante el Brendtford en el horizonte, vuelven a tener una oportunidad de entrar en el primer plano en Inglaterra.