Pablo Rodríguez abandonó la cantera del Real Madrid tras ser campeón de Europa juvenil para jugar en el Lecce, de la Serie B italiana. Allí, este delantero de 19 años lleva cuatro goles en apenas 288 minutos y habla para 'AS' enamorado de la ciudad y de cómo le está tratando el fútbol.
"Para mí ha sido bastante fácil adaptarme aquí, porque yo soy mucho de mar y aquí puedo disfrutar de él. El ambiente, la ciudad y la gente es muy parecida a mi isla, Gran Canaria, y eso lo hace todo más fácil", explicó Pablo Rodríguez, cuestionado por la localidad sureña.
Aunque aterrizó en verano, su crecimiento dentro del equipo ha ido muy poquito a poco. No ha sido titular hasta estos dos últimos partidos, que se saldaron con victoria para el Lecce ante Cremonese (1-2) y Nuova Cosenza (3-1).
De momento, su entrenador Eugenio Corini aún pide paciencia con él: "Todavía estoy al 50%, necesito coger más forma física y mucho más ritmo para llegar a mi mejor nivel. Me pide que lo dé todo en cada acción... y sobre todo que no hable con los árbitros (risas)".
Hay hasta quien le compara por estilo con el mítico 'Pippo' Inzaghi: "Es un orgullo y muy bonito que te comparen con grandes jugadores y más como lo fue Inzaghi, pero eso no me influye. Yo me considero una persona humilde y con mucho trabajo detrás y así será siempre".
Pese a que tuvo que buscarse un futuro lejos del Real Madrid, no se arrepiente de nada: "Cuando llegó la oportunidad del Madrid no me lo pensé dos veces, era algo único que no todo el mundo puede vivir. Me apasionan los retos y así fue. Cuando acabó el primer entrenamiento... me mandaron a firmar el contrato. Fue algo único que nunca voy a olvidar".
Antes de marcharse, Pablo cerró su etapa como madridista con un gol en la final de la Youth League (se lesionó en la acción) que acabó ganando el conjunto blanco al Benfica: "De momento ha sido lo mejor que me ha pasado en el fútbol, algo que el Madrid en muchas ediciones no había conseguido y nuestro grupo con Raúl lo pudimos lograr. Quedará para la historia eso seguro".
Por último, definió a Raúl como entrenador: "Confió en mí desde el primer momento, me lo ha dado todo, siempre le estaré agradecido. Recuerdo una vez que todavía no nos habíamos visto ni hablado nunca por Valdebebas. Después del entrenamiento vino a enseñarme un vídeo en el móvil y yo extrañado... resulta que el video eran mis acciones del último partido. Yo no me lo creía. Dedicó un poco de su tiempo para enseñarme jugadas que hice mal. Para mí ha sido todo un orgullo tenerle de entrenador".