El guardameta vivió momentos de incertidumbre y miedo en el vehículo mientras era atacado por los hinchas más violentos de Olimpia de Honduras antes del partido entre ambos conjuntos.
"Ya estoy bien. El problema fue que, dentro de las cosas que me pasaron, cuando estallaron los vidrios me cayeron en la boca. Y así me entraron esquirlas. Pero ya está, no pasó a mayores en mi caso. Otro compañero terminó con tres cristales en el ojo", aseguró Rougier.
De esta forma explicó Rougier lo sucedido en el autobús. "Fue el susto más grande de mi vida. Pero lo mío es una anécdota. Lo princioal es la solidaridad con las familias de las personas muertas", añadió acordándose de los fallecidos en un accidente.
"Tiraron botellas de cerveza, licor y vodka, todas llenas. Reventaron los vidrios y varias pasaron por el mismo agujerpo de un impacto y les pegaron a unos compañeros. Nunca llegamos al estadio porque tras la agresión, el técnico estuvo inteligente en darse cuenta de que no podíamos ir", aseveró.
Rougier afirmó que no se irá "de Motagua, más allá de la inseguridad, porque el club siempre se portó bien". "Estamos temerosos de lo que pueda pasar, cada vez que vamos en autobús puede tener miedo", finalizó.
18 de agosto de 2019