Sabían ambos equipos que una victoria les valía para subir escalones tras la victoria del Barcelona minutos antes. Costó encontrar el ritmo en la fría noche vitoriana, pero fueron los locales los que golpearon primero.
El Sevilla notó la baja de su carrilero diestro. Con Navas lesionado, Aleix Vidal tampoco estaba disponible, inventándose Machín la posición para un Mercado más acostumbrado a defender que a atacar.
Por ahí comenzaron los problemas de un Sevilla que vio cómo el Alavés, en su campo, dominaba. Qué cambio le dio Abelardo al conjunto 'babazorro' cuando llegó la pasada temporada y cómo continúa con un estilo propio y resultados esperanzadores.
Vaclík tuvo que lucirse pasada la media hora de partido. El checo, un seguro de vida para los hispalenses, atajó en dos tiempos un peligroso balón de Duarte desde más allá de la frontal. Fue el aviso de lo que vendría después.
Gol con polémica
El rápido saque de Vaclík lo cabeceó Martín, le dio con la testa Sergi Gómez y el balón le llegó a Calleri, adelantado por varios metros con respecto a la defensa rival. El ariete centró raso al segundo palo donde apareció Jony para remachar. Los sevillistas, conscientes del error cometido, reclamaron vehementemente el fuera de juego del delantero, pero Sánchez Martínez estimó que el balón venía de la cabeza de Gómez de forma voluntaria, marcando una nueva jugada.
Machín reaccionó, quitó a un Roque Mesa al borde de la expulsión y dio más profundidad con Amadou. Apareció André Silva, muy activo pero poco afortunado de cara al gol en Mendizorroza. Su conexión con Ben Yedder provoca el pánico a las defensas rivales.
Con el marcador en contra, no le quedó otra a Machín que cambiar la defensa, poniendo primero una de cuatro y después dejando a Promes de carrilero. La entrada de Sarabia dio un nuevo aire a un conjunto necesitado de ocasiones.
Idilio con el gol
Precisamente en los pies del madrileño, por el que muchos suspiran hasta que renueve por el Sevilla, nació la jugada del empate. Sarabia levantó la cabeza y vio un torbellino llamado Ben Yedder llegando desde atrás para rematar en el primer palo y sumar su quinto gol al Alavés. Tiene una extraña filia el francotunecino con el cuadro vasco, al que no deja respirar ningún partido.
Finalmente, y con ambos equipos al borde del ataque de nervios, el choque acabó en un empate que deja un regusto sabor en el Sevilla pero más cerca del objetivo al Alavés, propiciando además un cambio de líder, el Barcelona.