Charcos que parecen pantanos, césped escurridizo, balón clavado y equipaciones con más manchas que claros. Es la esencial del fútbol modesto, del que llaman fútbol de barro y el cual pudimos ver elevado a la máxima potencia el pasado fin de semana. Solo faltaron los pantalones muy cortos y los bigotes.
En el campo del Ventín de la localidad de Palmeira-Ribeira (La Coruña), el Hijos Palmeira y el Xuventu Aguiño dieron un auténtico homenaje a las guerras de trincheras. Es lo que tienen el viento y la lluvia que algunos estadios apenas pueden aguantar y que devuelven al fútbol a su estado primigenio.
El citado encuentro, de la Tercera Regional Gallega, se hizo viral en redes sociales gracias a un vídeo que muestró cómo sus protagonistas no se amilanaron ante las condiciones más complicadas.
La pura batalla acabó en un empate (1-1) entre ambos equipos, séptimo y líder de la última división autonómica. Merece y mucho la pena echar un ojo a las imágenes.
February 9, 2020