Si hay una palabra que describe a Salma Paralluelo es precoz. También brillantez deportiva. Porque con tan solo 15 años ha experimentado una gran eclosión en dos deportes.
Salma compagina el fútbol y el atletismo, pero no tiene prisa: disfruta de ambos con la misma pasión y su juventud le permite seguir haciéndolo unos años más.
La española se proclamó campeona del mundo con la Selección Sub 17 el pasado mes de diciembre. Además, fue bronce en los 400 metros en el Nacional absoluto y se clasificó para el Europeo de Glasgow.
"Tiene un talento para el deporte increíble", afirma Félix Laguna, su entrenador de atletismo. Y su entorno le insta a no precipitarse en su elección a pesar de la dificultad que entraña combinar los entrenamientos de ambos deportes.
"Es velocista por genética, casi por generación espontánea, en el sentido de que aún no hacemos apenas técnica ni pesas. No debe tener prisa", añadió.
Todo esto exige mucho sacrificio. Salma se levanta muchas veces a las 4.30 para estudiar, sobre todo en época de exámenes. Luego va a clase y por la tarde entrena uno u otro deporte, dependiendo del día, aunque son más frecuentes los de fútbol.
"Desde que volvió del Mundial de Uruguay, sólo hemos tenido 15 o 16 sesiones de atletismo", apuntó Laguna, que destacó la madurez de la deportista.
"Le gusta competir y quiere seguir en ambas disciplinas. Lo importante es que ella sea feliz, por eso creemos que debe retrasar la decisión para dentro de dos o tres años", explicó.
Y Salma lo corrobora. "Me encantan, disfruto mucho con ellos y soy competitiva", declaró en 'Radio MARCA'. "No me esperaba nada de lo que ha pasado, estoy asimilándolo, la verdad".
La chica, que ganó la Jean Bouin con tan solo ocho años, no quiere acelerar la elección. "Quiero seguir centrada en lo que me gusta, disfrutar de ambos deportes. Gracias a mi familia logro estar los pies en el suelo", señaló.
"No me he puesto fecha para decidir porque soy joven y puedo disfrutar de los dos y no es una decisión que no debo tomar ahora", aclaró la deportista, que va sin presión a Glasgow.