En esto del balompié, si la suerte camina de tu lado, tienes mucho ganado de cara a los partidos. El futbolista de la escuadra brasilera no entiende de ello y rompió una tradición histórica del deporte. Normalmente, los jugadores no quieren nunca tocar el trofeo de campeón antes de una final.
Pero él lo hizo. Posó su mano izquierda en el premio y tentó a la fortuna. Contrariamente a lo que los cánones mandan, el atacante acabó marcando dos goles, uno en el 88' y otro en el 92', para firmar la remontada de los suyos casi sobre la bocina.
Ello constituye un precedente de gran importancia que podría cambiar la concepción de los futbolistas sobre tocar los trofeos antes de que empiecen las finales. ¿Y si Gabigol crea una nueva tendencia de que hay que hacer lo contrario para estar acertado en el choque?
En los frívolo y en lo deportivo hizo historia el jugador, a fin de cuentas. Flamengo se hizo con el campeonato después de muchos años de sequía, dejando a River Plate con la miel en los labios, pero sin poder saborerar una gloria que ya probaron la temporada pasada ante Boca Juniors.