Los últimos amistosos de Brasil antes del Mundial dirán que, sin Neymar, hay vida. 0-3 en Rusia, 0-1 en Alemania. Victoria de puntería en casa del anfitrión, victoria solvente en casa del campeón. Dos maneras de lucir bíceps en el ensayo general del Mundial.
Si en Rusia decidió el catálogo de llegadores, en Berlín asomó la cabeza, literalmente, Gabriel Jesus. Vivió estos días de examen aprovechando la ausencia de Neymar. Así será su historia en la Selección Brasileña mientras el del PSG marca su época. Y usó a Alemania como gran escaparte.
Fue el diferencial del partido, el que mostró mejor pulso ante el meta rival. A cinco para el descanso, Willian, que sigue evidenciando un estado de forma sensacional, le puso un centro medido. Cabeceó con fuerza y dobló las manos con reflejos de Trapp, que estaba ya dentro de su portería cuando despejó el rechace.
Alemania llegó más, Brasil mejor. Así fue en la primera mitad y más aún tras el descanso. La 'canarinha' no es ese equipo que exhibe fútbol, pero sí presencia y llegada. Tite la ha confirmado en su identidad ganadora y así se expresó en todo momento en el Olympiastadion.
Draxler, en un once de carrusel y oxigenación de Löw, fue el que buscó de manera incesante el empate. Mucha llegada y poco remate. Pero, en el minuto 92, el alemán del PSG se sacó un latigazo que valió para recordar que Alisson es otro de los que llegará en plena forma y haciendo ruido al Mundial de Rusia.
Hay un 1-7 que vengar en futuras citas. Pero Brasil demostró que, a día de hoy, parece mejor propulsada hacia Rusia.